Bueno gente, terminadas las entrañables fiestas, es hora de retomar a tope el ritmo habitual del blog, y de, entre otras cosas, seguir escalando puestos en el ranking que nos ocupa, y del que ya nos queda poco. Y en este puesto, al borde del podium de honor, nos encontramos a dos caballeros de muy buena familia, a los que hemos conocido con muchos rostros en el cine y televisión, pero que fueron creados con pluma y papel hace más de un siglo por un señor llamado sir Arthur Conan Doyle. Si, querido, hoy tendremos nada menos que a dos inseparables amigos y compañeros, famosos en la literatura universal, como son el sagaz Sherlock Holmes y el buen doctor John Watson. Su primera aventura juntos, Estudio en Escarlata, se publicó en 1887, y a ella le siguieron muchas otras. Siempre juntos, Sherlock & Watson resolvieron gran cantidad de inquietantes casos, conocieron la amistad e hicieron frente a villanos como James Moriarty, e incluso Holmes protagonizó uno de los primeros casos de un personaje de ficción cuya fama llegó a ser tan grande que su autor tuvo que devolverle a la vida después de haberle "matado" para dedicarse a escribir otras cosas, por la avalancha de cartas de seguidores reclamando el regreso del detective. Así que, como veis, ya en su día este par gozó de gran éxito entre los más lectores, que seguían con avidez sus aventuras, publicadas como historias sueltas en los periódicos de la época. Luego, esas historias serían ordenadas y recopiladas, siguiendo el que ahora se conoce como canon Holmesiano, es decir, un orden cronológico en que se supone que todas las aventuras e historias tienen lugar, y que se compone de cuatro novelas, y multitud de relatos cortos. Después, la llegada del cine y de la televisión vio múltiples adaptaciones de estos dos famosos personajes. Sherlock y Watson serían encarnados por grandes actores, y entre las versiones más recientes, se encuentran las películas protagonizadas por Robert Downey Jr., o la de la imagen, la reciente y brillante serie de la BBC.
Las andaduras de Sherlock y Watson comenzaron, como ya he dicho, con la primera novela. En Estudio en Escarlata asistimos al primer encuentro entre los dos. Sherlock es un tipo peculiar, un tanto antisocial, único en su género: lógico, sagaz, emplea su privilegiado cerebro para resolver crímenes que ni Scotland Yard consigue resolver. Desde el principio, vemos que es alguien genial, aunque un tanto difícil para convivir. Aparte de resolver casos por el mero placer de un reto intelectual, entre sus aficiones destacan el boxeo, y tocar el violín, aunque no es que lo haga muy bien, según parece. Por su parte, Watson es médico, en esta primera novela un estudiante de medicina, en búsqueda de piso. El paradigma de perfecto caballero inglés, Watson esta dotado con una infinita paciencia, ideal para soportar estoicamente las locuras de su nuevo compañero de piso y amigo. Es él quien, de su puño y letra, describe y explica los casos que resuelven juntos. Otros personajes recurrentes de la saga son el inspector Lestrade, a quien no gustan demasiado los métodos de Sherlock, pero que estaría perdido sin él, la señora Hudson, casera del piso en el 221 de Baker Street donde nuestros amigos viven, y Microft Holmes, el hermano mayor de Sherlock, que trabaja para el gobierno británica. Entre los villanos, podemos destacar sobre todo al malvado profesor James Moriarty, Némesis de Holmes, y últimamente se le da bastante importancia a la bella y misteriosa Irene Adler. El canon Homesiano tiene un importante punto de inflexión, que se puede situar en el momento en que, aparentemente, Sherlock muere enfrentándose a Moriarty en las cataratas de Reichenbach. Esto courrió en 1893, pero, por la fuerte demanda de los fans, Conan Doyle hizo regresar de la muerte a su más famoso personaje, y continuó escribiendo historias hasta bien entrados los años 20. En total, las aventuras de Sherlock Holmes cubren unas cuatro décadas, justo las dos últimas de siglo XIX y las dos primeras del XX, es decir, la época victoriana, que personalmente tanto me fascina y que es ideal para situar casi todo tipo de historias: romance, misterio, acción. Es un escenario perfecto, sin duda. Pero una de las mejores cosas de las historias de Sherlock Holmes es ver esa mistad suya con Watson (uno de los pocos seres con paciencia como para soportarle, jajaa) Es la amistad de dos hombres muy distintos, que creo sienten una profunda admiración el uno por el otro, que han encontrado apoyo mutuo en esa amistad en los momentos difíciles, y que juntos creo que sienten que pueden enfrentarse a todo. La dinámica que tienen es de gran respeto y cariño el uno por el otro, aunque no siempre se entiendan, y sea en la versión que sea (el canon clásico, las series o películas) es realmente divertido verlos en acción.
"John, no tengo amigos, solo uno... pequeño y sencillo homenaje a la amistad... ¡¡y a la santa paciencia del bueno de Watson!!"
Sherlock & Watson son ya un binomio tan famoso y tan inseparable como el fish & chips, y una pareja de compis que nos han brindado grandes momentos, y que sigue siendo una fuente inagotable de ellos. Cuando la genialidad fría de Sherlock se une al lado humano de Watson, la combinación solo puede ser la bomba. No debe ser fácil vivir con un tipo como Sherlock, pero la infinita paciencia de Watson hace que, al menos, junto a su inseparable amigo, la vida nunca sea aburrida. Estos dos son un clásico que nunca falla, y que seguramente, seguiremos viendo en generaciones futuras. Yo no soy gran conocedora del canon, pero cuanto más descubro y leo del personaje, más me gusta, y creo que la amistad de los dos es un punto clave , además de devanarte los sesos intentando resolver cada caso antes de que Sherlock llegue a alguna de sus conclusiones (imposible, pero divertido) Muy prontito, volveremos a verlos pasarse por el blog, en forma de la reseña de la muy esperada tercera temporada de la magnífica miniserie de la BBC. Y siempre, siempre, serán bienvenidos por aquí. Hasta entonces... disfruten de la entrada, que cerramos con vídeos como viene siendo tradición en los rankings.