Antes de que empiecen las fiestas navideñas, queremos dejaros nuestro top 10 literario de este mes. Hay momentos en los que parece que apetece más leer ciertos libros. Es algo subjetivo completamente, pero puede que con estas recomendaciones se os encienda la lucecita con alguno de ellos. La calidad tanto del autor como de la obra e incluso de su edición, está asegurada.
Estanebrage, el último bastión, de Rodrigo Palacios (Edhasa)
Sinopsis: En un reino imaginario de una época remota, Lombar Natoque es el malvado rey que ha logrado imponer el terror en todo el país. Su ambición no tiene límites. Nada escapa a su control. La magia está prohibida y la gente vive atemorizada. Un joven zapatero, de nombre Niclai Estanebrage, será el líder de la rebelión. En su lucha contará con la inestimable ayuda de Oiob, un aprendiz de mago capaz de devolver la ilusión a la gente, de Genco y Aberrón, nobles defenestrados por Lombar Natoque, de Alana, una mujer muy guerrera, y de algunos otros que claman contra la injusticia reinante.
Valoración: Siempre es una buena noticia cuando se publica un libro de fantasía de un autor español. En este caso tenemos que alegrarnos no solo por el simple hecho de que nuestro país tenga referentes como Rodrigo Palacios en el género fantástico, sino que su nuevo libro tenga tanta calidad. Se puede decir de Estanebrage cosas tan manidas como que engancha, como que sus personajes tienen algo que hace que sientas una cercanía con ellos. Pero a veces las palabras se quedan cortas cuando terminas un libro como éste. Porque parece que si la persona a la que se lo recomiendas no lo lee, no serás capaz de decirle con palabras lo que te ha hecho sentir al leerlo, lo que has soñado con él, lo que ha significado para ti. La magia que intenta salir por todos los poros de este libro se incrusta en las entrañas de todos sus lectores. Solo podemos decir que al terminarlo, hemos tenido que pasar esos días de luto literario hasta comenzar el siguiente. Y todavía, ahí sigue, porque aunque es un libro de fantasía, vemos tantas similitudes con nuestra actual realidad que es imposible no sacar semejanzas de reyes tiranos, gente aterrorizada por manifestar lo que es en realidad, organismos ejerciendo control absoluto sobre el ser humano… Lean y juzguen por ustedes mismos.
Soy yo, Édichka, de Eduard Limónov (Marbot)
Sinopsis: Las memorias de Eduard Limonov sobre sus primeros años de emigrado en Nueva York solo encontraron editor en París. Tal vez temiendo que el libro pudiera pasar desapercibido —su autor era casi un desconocido en Occidente; no así en Rusia, donde tenía un gran cartel como poeta underground—, optó por cambiar el título original ruso por otro bastante más picante: El poeta ruso prefiere a los negrazos. En este caso, sin embargo, el explícito intento de épater le bourgeois encaja perfectamente con el contenido del libro, donde el sexo es omnipresente y no conoce barreras de pudor, de orientación y por momentos de cordura, la política resulta de todo punto inseparable de la violencia, y el odio de clase más démodé preside la relación con la mayoría de sus conciudadanos. El amor —pues se trata de una historia de amor— se parece más que nada a una enfermedad. El título original, Soy yo, Édichka, sitúa más bien este radical gesto literario de afirmación personal en el cambio de piel que suponía cruzar el telón de acero en los años setenta. Hundido en el anonimato y la indigencia a la que el cambio de códigos abocaba a la mayor parte de los emigrados rusos, Limónov responde —dejando atrás la poesía, irreconocible también para él al otro lado del telón— con una prosa autobiográfica y furibunda, inmediata, casi de batalla, que unas veces se compara con Henry Miller y otras con Jack London, principalmente a cuenta de su fuerza y arrebato.
Valoración: Gran alegría en el mundillo cuando un libro inédito en castellano se edita por fin. Más aún si hablamos de Limónov. Y éste ya nos avisa al principio del libro, “vivo a vuestra costa, vosotros pagáis impuestos y yo no hago una mierda“. Y aún así es curioso el clima de complicidad que se crea entre Édichka y el lector. Una vida bohemia por las calles de Manhattan con mucho alcohol, sexo (del bueno y del malo), algún porro y deambular constante, por callejuelas y por la vida misma. Un emigrante soviético rendido a la vida bohemia de los bajos fondos de Nueva York. Tenemos el relato en prosa de lo que fue su vida en el país de las oportunidades, alejado de sus poemas, algo a lo que estaba más acostumbrado en su vida en Moscú. Sentirse inmigrante durante su lectura, notar un nudo en el estómago y tener ganas de mandar todo a la mierda para seguir sobreviviendo en este mundo que a veces ya no somos capaces de reconocer como nuestro.
Al escritorio (Trilogía Alpina I), de Werner Kofler (Ediciones del Subsuelo)
Sinopsis: En Al escritorio, primer volumen de su “Trilogía alpina”, Werner Kofler pone en práctica uno de sus principios estéticos: “Si el lector dice: realidad, el autor replica: literatura. Si el lector dice: literatura, el autor replica: realidad”. Aunque llena de referencias geográficas e históricas, esta literatura, en un acto anárquico, debe destruir la realidad, pero también tendrá que despedazar sus propios códigos narrativos, y en particular al sujeto. Desde su escritorio, el narrador, peleado con el mundo, lanza con una energía exultante sus invectivas contra la política y la vida literaria austríaca, aunque universalmente extrapolables, pero también contra la hegemonía político-económica norteamericana y contra una “sociedad del espectáculo” donde la historia, con el pretexto de la memoria, se convierte en una grotesca obra de museo artístico-pedagógica.
Valoración: De nuevo estamos de enhorabuena con otra primera edición en castellano, en esta ocasión de Kofler con su trilogía alpina. Kofler nos va a desafiar a lo largo de todo el texto, con un lenguaje subjetivo que llama a la rabia y al desasosiego, a levantarse en armas; y luchar, y desafiar al enemigo común, que puede que venga de distintos frentes. Lleno de alusiones a personajes de la realidad que Kofler vivió (Juan Pablo II, Reagan…) que nos resultan tan cercanos en el tiempo, puede que por similitudes que nuestra propia mente pueda crear. Porque estamos ante una prosa atemporal, puede estar vigente en la actualidad y seguramente dentro de cien años. Una lección histórica y de garra, un placer de lectura en sí mismo.
Al borde del camino, de Seumas O’Kelly (Sajalín)
Sinopsis: Pese a su prematura muerte, Seumas O’Kelly tuvo tiempo de convertirse en uno de los escritores irlandeses más relevantes del siglo XX. Su talento lo avalan relatos como La tumba del tejedor, considerado entre los mejores cuentos en lengua inglesa, y los aquí reunidos por primera vez en castellano bajo el título Al borde del camino. Los diez relatos que componen este libro están ambientados en la región de Connacht, la más castigada por la Gran Hambruna que azotó Irlanda a mediados del siglo XIX, y los protagonizan gentes humildes y olvidadas a cuyas minúsculas vidas, a menudo envueltas de fábula, O’Kelly rinde homenaje asomándose al borde del camino.
Valoración: Siempre nos ha asombrado la capacidad creativa que O’Kelly tuvo en su corta vida. Novelas, obras de teatro, relatos… dejándonos con ello la inmortalidad de su obra, ahora traducida al castellano por Celia Filipetto en Sajalín Editores. Diez relatos cortos que nos dejan un regusto amargo y a la vez de ansiedad por seguir la pista a este irlandés que tan bien manejaba el negro sobre blanco en todos y cada uno de los géneros con los que quisiera experimentar. Con estos relatos, nos lleva al borde del camino de aquellas gentes humildes de Connacht que luchan por sobrevivir después de que la hambruna asolara la región años antes. La humanidad, siempre abriéndose paso entre la catástrofe. Pobreza, muerte, desolación… y aún así tenemos algo en lo que seguir creyendo si leemos a O’Kelly, que nos zarandea de una historia a otra, dejándonos a su merced. Y nosotros, más que encantados.
La escuela de los maridos / La escuela de las mujeres, de Molière (Cátedra)
Sinopsis: Cinco años, desde su llegada a París en 1658, necesitó Molière para imponerse, primero, como autor de éxito y, luego, como comediante del rey: el estreno de “La escuela de las mujeres” (1662) lo consagró definitivamente como el autor del momento en los escenarios cómicos y el preferido por el rey. Su habilidad para concebir o sentar los cimientos en ese lapso de tiempo de dos géneros nuevos, así como sus dotes de estratega de la comunicación, quedan demostrados durante ese quinquenio y otorgan a Molière la posibilidad de exhibir, con sus grandes obras posteriores, su capacidad para convertirse en el comediógrafo del siglo y marcar con su impronta la historia de la comedia en los siguientes. Con Molière suben al escenario preocupaciones que nunca antes lo habían hecho, dando sentido nuevo a una comedia de costumbres cuyo objetivo principal ya no es un divertimento simple, sino que suma, a esa reflexión sobre hechos de la vida social, una carga burlona y crítica que afecta a la vida moral. Aunque la lección de ambas “Escuelas” sería parecida: el amor es un gran maestro “que vuelve inventivo” y enseña a superar cualquier impedimento a la niña más ignorante, frente a los defensores de la rigidez moral opuestos al cambio en los usos sociales, “La escuela de las mujeres” supone, sin embargo, un salto cualitativo en el terreno escénico, no sólo respecto a “La escuela de los maridos”, sino también a la construcción de la comedia como género, superando el esquematismo de la farsa italiana y dando a la comedia el estatuto de pieza mayor.
Valoración: Este sub-apartado puede que no tenga mucho sentido cuando hablamos de Molière. O puede que sea porque mi valoración sobre él siempre siempre siempre es positiva. Todavía no he leído una sola obra que no me haya parecido grandiosa, con la que no haya disfrutado, con la que no me haya reído o incluso haya soltado el libro para aplaudir en alguna ocasión. Porque el teatro de Molière es eso, valga la redundancia, teatro en estado puro. Ironía, burla, crítica social… algunos de los elementos que describen sus obras. Es delicioso comprobar que ya en su época había quien entendía la injusticia social que se hacía con las mujeres, obligándolas a contraer matrimonio con hombres más bien poco adecuados, dependiendo de otros intereses que nada tenían que ver con el amor ni el respeto. Y con inteligencia nos muestra estos dos escenarios, en los que los buenos consiguen el triunfo, y los malos (muy malos) reciben finalmente un escarmiento ejemplar. Qué tendrá Molière que siempre nos arranca no una sonrisa, sino una gran carcajada.
Luciérnagas, de Ana María Matute (Cátedra)
Sinopsis: Ana María Matute pertenece por edad a la generación del 50, al grupo de los llamados “niños de la guerra”, en expresión certera de Josefina Aldecoa, o si se prefiere al de los “niños asombrados”, en palabras de la propia autora barcelonesa. “Niños asombrados” por la perplejidad con que tuvieron que asumir la guerra civil y sus consecuencias justo en un momento crucial de su vida, el tránsito de la infancia a la adolescencia. “Luciérnagas”, finalista del Premio Nadal en 1949, fue prohibida por la censura y quedó inédita hasta 1955, año en que se publicó con el título de “En esta tierra”. En 1993, tras una cuidada y extensa revisión de la autora, se publica la primitiva versión de la novela censurada que recupera además el título inicial. “Luciérnagas” es una novela ambientada en Barcelona entre 1935 y 1939, que trata de la corrupción de la inocencia, del tránsito de la adolescencia a la madurez: una novela de formación en la que asistimos a la evolución psicológica de Sol Roda, una adolescente de familia acomodada, que ve como su entorno familiar y social se descompone y destruye bruscamente con el estallido de la guerra civil y la situación derivada de esta.
Valoración: Desde su fallecimiento, los lectores de Matute nos sentimos medio huérfanos en las letras, nos falta ya una de las más grandes de la lengua castellana, y no podemos evitar sentir gran nostalgia al releer obras como Luciérnagas. Barcelona, Guerra Civil española. Pero en realidad eso está muy de fondo, ya que Matute demostró en esta obra que tenía un don especial para crear personajes con tanta fuerza psicológica que el tiempo y el espacio en sí era secundario. Gira en torno a esta obra la sombra de la censura durante muchos años. No es hasta 1993 cuando la autora revisa de nuevo la obra original y se publica por fin la versión original. No encontramos crítica política, sino social. La madurez a la que se ve abocada una niña que ve cómo su familia entera se desintegra a causa de la terrible guerra que destrozó un país. Pero incluso en un escenario tan catastrófico como el que a la protagonista le tocó vivir, siempre hay pequeños destellos de luz que hacen que recordemos por qué la vida merece ser vivida.
Segunda parte del Lazarillo de Tormes (Cátedra)
Sinopsis: La “Segunda parte del Lazarillo de Tormes” (Amberes, 1555) ha vivido secularmente bajo sospecha. La tardía continuación escrita con el mismo título por Juan de Luna en el siglo siguiente optó por seguir el modelo “realista” de sátira religiosa y social de la “Primera parte”, y decidió, en función de esa elección estética inicial, leer la auténtica “Segunda parte” de 1555 desde una perspectiva crítica sesgada, rechazando su planteamiento imaginario, basado en la combinación del “relato de transformaciones” derivado de Ovidio, Apuleyo y Luciano (Lázaro transformado en atún) y del “relato alegórico” (el mundo islámico del agua frente al mundo cristiano del vino). Por otra parte el texto mismo, desatendido en su tratamiento filológico, se ha transmitido con evidente deterioro tanto en su fijación como en la atribución de su autoría. Esta edición, para abordar el problema global de la “Segunda parte” de la historia de Lázaro de Tormes, se replantea algunas cuestiones de tipo filológico y crítico, que demuestran la errónea y constante transmisión editorial.
Valoración: He aquí la tercera obra que recomendamos en Cátedra, pero es que con la llegada del frío parece que apetece más leer este tipo de obras que suele publicar esta editorial. En este caso, tenemos la Segunda parte del Lazarillo de Tormes, que no es exactamente la segunda parte, pero tiene todos los elementos de la primera. Sigue habiendo polémica sobre la anonimia tanto de la primera como de la segunda parte. Personalmente, no tengo muy claro que se pueda resolver tal conflicto. Mientras tanto, podemos disfrutar igualmente de la pericia y astucia de sus personajes, de esa picaresca que tanto les caracteriza, de la crítica social.
Nebulosa, de Pier Paolo Pasolini (Gallo Nero)
Sinopsis: Noviembre de 1959. Italia acaba de salir de las penurias de la posguerra y vive una época de auge económico. Los vehículos braman, la gente corre y se precipita, de golpe brotan luces, prenden los carteles luminosos de los bares, de los cines, de las discotecas… Construcciones recientes, rascacielos, suburbios, imágenes que hacía tiempo se habían quedado sin vida se ponen ahora en movimiento. Medianoche de Fin de Año. Los teddy boys de la periferia milanesa buscan sensaciones extremas. El lapso de tiempo que nos separa del término fatal se aproxima a cero. En los bares se bebe whisky y champagne. La extensión viril de los jóvenes es la motocicleta. Y el amor no se conquista; se roba en la calle. Inédito hasta ahora, Nebulosa es el guión que fue utilizado solo parcialmente por los directores que lo encargaron. Asumida su pérdida durante años, no fue hasta 1995 cuando reapareció en los archivos de la revista italiana Filmcritica. Está considerado la pieza que cierra el ciclo sobre la juventud iniciado con dos novelas: Chicos del arroyo y Una vida violenta. Negra, encolerizada y febril, Nebulosa nos devuelve la imagen de un apasionado intelectual que denunció con mucha antelación todos los males de la sociedad contemporánea.
Valoración: Tenemos unas cuantas ediciones de obras de Pasolini en este año que ya acaba, así que sus lectores estamos más que contentos con el mundo editorial. En concreto, Gallo Nero editaba hace poco Nebulosa, inédita hasta ahora. Un guión que no se llegó a filmar nunca y que no fue hasta 1995 cuando salió a la luz. Creado como proyecto trágico, de denuncia social por la situación que vivió en aquella época toda Italia. Una prosa aguda y asombrosamente lúcida, un libro que denuncia una sociedad enferma. Un análisis sociológico que incita siempre a la reflexión. Música, política y anticonformismo en un libro que no podemos dejar de recomendar.
Los desorientados, de Amin Maalouf (Alianza)
Sinopsis: Una llamada inesperada lleva a Adam, un profesor árabe de Historia, a regresar a su tierra natal después de veinticinco años de exilio. Todo sigue igual, no ha pasado el tiempo por los lugares que frecuentó. Aquel “paraíso perdido” de la montaña blanca va asociado a los nombres de sus amigos de juventud, el Círculo de los Bizantinos, que pretendían cambiar el mundo y fueron ellos los que terminaron cambiando por una guerra que los separó y llevó a cada uno por distintos caminos. Pero quién es él para juzgarlos cuando vivió un exilio “dorado” mientras ellos se vieron abocados a una situación sin elección posible. Con la ayuda de la siempre bella y rebelde Semiramis, Adam intenta reunirlos. A los que quedan vivos.
Valoración: Hace tiempo ya que se publicó este libro, y sigue siendo uno ésos que no nos cansamos de recomendar. En esta novela, Maalouf se mueve a través de las temáticas del exilio, el amor, la amistad, la nostalgia… para trazar una tela sobre lo que en verdad mueve al ser humano. Siempre con prosa sencilla e intimista, nos sumergimos en lo que para Maalouf es el paso del tiempo para un grupo de amigos que se reencuentran después de años de estar sin contacto. Un cuadro variopinto de gente que podría habitar actualmente Líbano, un relato que nos deja una sensación de haber ahondado en las vidas de amistades reales al escritor (no olvidemos que Maalouf es también un exiliado, y lectores somos muy de sacar siempre semejanzas). No podemos evitar hacer comparaciones con León el Africano, siempre que Maalouf publica un nuevo libro caemos en lo mismo, pero intentemos tratar a este libro de forma individual. Seguramente lo disfrutaremos mucho más.
No puedes besar a quien quieras, de Sandrine Revel y Marzena Sowa (La Cúpula)
Sinopsis: Que un niño intente besar a una niña normalmente no tiene nada de particular. Y el que la niña se zafe y envíe a su pequeño amigo a freír espárragos debería ser lo suficientemente banal como para ser un episodio de tantos en las crónicas de una infancia corriente. Pero si una escena como ésta tiene lugar en una escuela de una república socialista durante una sesión de cine propagandístico muchos años antes de que el muro empezara a agrietarse siquiera, tiene todos los ingredientes para convertirse en un drama.
Valoración: Para valorar este libro hay que empezar diciendo que es una joya. Sin más preámbulos. Revel y Sowa han hecho un trabajo extraordinario tanto en el texto preciso como en la atmósfera que se da a la historia con los gráficos. El miedo a salirse del camino trazado por el Gobierno a través de los ojos de un grupo de niños. Una historia sencilla que nos deja grandes reflexiones sobre la libertad en todos sus ámbitos. Si decimos que la historia es tierna y dura a la vez, solo se entiende si se lee el libro. Una de esas novelas gráficas que no son solamente leídas para divertimento del lector, sino para hacer pensar. Porque si incluso un simple beso de niños puede acarrear tanta persecución, es que algo no está funcionando como debiera.