Y bueno, no puedo despedirme sin antes desear un feliz día adelantado a todos esos papás geniales que hacen de todo por sus hijos (incluso en ocasiones hacen las veces de mamá cuando esta falta en casa), muy especialmente a los maravillosos papás de mis enanos en el colegio que son un verdadero ejemplo a seguir y que viven y mueren por sus peques. Y más especialmente a mi papá: GRACIAS por cortarme las uñas y bañarme cuando era tan pequeña que a mi mamá le daba miedo realizar estas simples tareas, en serio, habría sido horrible que nunca me bañaran de bebé. GRACIAS por enseñarme a pensar y buscar mis propias respuestas desde pequeña, GRACIAS por no permitirme hacer siempre todo lo que quería, GRACIAS por regalarme el primer Harry Potter gracias a ti ya no soy muggle, GRACIAS por trabajar sin descanso y sacrificar tanto solo para que yo pudiera estudiar lo que quería en una buena universidad, GRACIAS por leerme desde siempre y por asegurarte de que siempre tuviera un buen libro en las manos. Pero sobretodo GRACIAS por estar siempre junto a mí y por no trabajar los fines de semana cuando era niña y adolescente y... a veces ahora también.
En fin lectores, ahora si acabé la entrada, espero que les haya gustado.
¡Nos leemos!