¡Hola a todoooooos!
Vengo con otro top que he rescatado de un borrador que tenía peridido por ahí (?) En su día
hablé de esos elementos, características o detalles que cuando veo que un libro lo tiene, hace que quiera leerlo. Pues bien, hoy traigo lo contrario. Todos nos encontramos con ciertos elementos que odiamos ver en los libros y que cada vez que se repite no podemos evitar un roll eyes de esos que casi dan la vuelta. Hoy quiero hablaros de esos detalles en la historia o elementos que no me gusta encontrarme en los libros. Algunos de ellos son repetidos hasta la saciedad y otros no pero lo he visto lo suficiente para descubrir que no me gusta o bien ya me he hartado de ello. Comencemos con mi yo tiquismiquis.
- Triángulo de tres corazones
Empiezo por uno fácil y que a mucha gente no le gusta: los triángulos amorosos. De por sí ya es complicado encontrarse en muchas ocasiones un romance bien construido pero los triángulos amorosos me parecen en su mayoría una manera de meter relleno impresionante. En muchos casos se ve claramente con quien va a terminar el/la protagonista y el tercer elemento no hace más que estorbar. (El de
El beso del traidor no cuenta como tal, se super perdona cuando pasa lo que pasa. Pd: LEEDLO) Tal vez en algún momento me ha gustado pero no por la idea del triángulo en sí sino más bien porque me gusta ese tercer personaje y me encantaría que el ship se hiciera canon pero al final tengo que aguantarme. Total, que para mi la mayoría de los triángulos amorosos me sobran, porque siempre llevan a marear una perdiz que todos tenemos muy claro donde va a acabar. También incluyo en este saco el
instanlove y el típico chico
super hot que no tiene nada más que su cuerpo.
- La resurrección de Jesús es la última moda
No suelo leer libros donde mueran mucha gente -
JAJAJAJAJAJAJAJA Sanderson. No es mucha, no es mucha.... Es alguna BIEN acertada- pero ya me he encontrado varios casos en los que un personaje muere para después resucitar o ver que realmente no estaba muerto... La primera vez tuvo un pase pero las siguientes me cansaron -
bueno, hay alguna que he perdonado porque menos mal-. No me gusta que se recurra a esta idea de manera tan fácil porque ya me lo veo venir y cuando muere un personaje no me lo creo hasta que pasa mucho tiempo muerto y ya digo, pues no va a resucitar. A mi
realmente me gusta que los personajes mueran aunque me duelan -
después yo me contradigo si me matan a uno que adoro- y una vez haya muerto un personaje no quiero que vuelva a la vida porque me parece muy idea feliz para contentar al personal y no me gusta eso.
- Natillas Danone, ¿repetimos?
Una de las cosas que más odio es cuando los protagonistas repiten lo mismo una y otra y otra y otra vez, he incluso cuando pasa con la historia, caso que me he encontrado con
Canción de invierno. En muchas ocasiones me he encontrado a personajes que tal vez se lamentan de algo y se lamenta durante la mayor parte del libro o tiene una personalidad y un pensamiento que el autor repite continuamente. A veces se utiliza para caracterizar mejor al personaje y tengo que decir que en parte es culpa mía que no me guste pues en ocasiones estas repeticiones son necesarias, aunque también es verdad que en otras son excesivas. En ambos casos llegan a cansarme, pero reconozco que en algunas historias no se encuentra mal llevado, no obstante no puedo evitar a veces cansarme con estas repeticiones de pensamiento -
es algo que me suele pasar con los libros de Seliria porque siempre me pasa que algún personaje dice algo varias veces porque es el discurso de ese personaje y empiezo a aborrecerlo por eso-.
- Malos malísimos en sentido inverso
Trasladamos esto a películas y podemos pensar en los disparos
Star Wars, pero no es el único caso en el que se da que los malos malísimos están supuestamente bien entrenados y después resultan ser las cosas más patosas después de una cría de cervatillo. Y no solo eso sino malos supuestamente inteligentes de estos que te conquistan el planeta pero después llega una chiquilla de 17 años que no tiene ni idea de nada y ala, a la basura
*se lleva la mano a la cara*- La suerte del principiante
Similar a la idea anterior tenemos la suerte del principiante. ¿Cuántos libros hay donde la chiquilla anterior de 17 años que no tiene idea de nada gana una revolución o similar? Miles, millones y se juega mucho con la suerte del principiante porque no demuestra en ningún momento su destreza pero como a veces tiene un poder especial o es X poderosa pues ala, va a arrasar en toda la historia. Odio eso de que de la nada se convierta en una superheroina sin un proceso de patosismo previo y proceso de cambio progresivo.
- Yo (también) tengo el poder
No diré títulos de libros en los que ocurre porque sería
spoiler en su estado más puro
pero ¿sabéis ese momento de un libro de fantasía en el que, para solucionar las cosas, la mitad de los personajes acaban teniendo ese don, esa magia que era tan peculiar y pocos tenían? Odio infinito a cuando el autor decide que ahora todos van a tener poderes porque sí. Me parece una forma muy fácil de llevar las cosas y, a mi modo de ver, le quita encanto a la magia de la historia porque, si ahora casi todos tienen ese poder, ¿qué gracia tiene? No sé, no me gusta y cada vez que me lo encuentro me enfada más porque no considero que sea una forma de sorprender y cerrar correctamente la historia sino todo lo contrario.
¿Qué elementos no os gusta encontrar en los libros?