Revista Cultura y Ocio
10. American Horror Story: Roanoke (Temporada 6)
Nunca pensaríamos que la antología de terror de Ryan Murphy y Brad Falchuck estaría a estas alturas entre las mejores series del año. Tras la aburrida Freak Show y el videoclip de Lady Gaga que fue Hotel, poco esperábamos de esta sexta temporada. Roanoke nos ha sorprendido con una historia más seria, que se aleja de los mamarrachismos de otras temporadas y que apuesta fielmente por el terror. A diferencia de las últimas temporadas, esta mantenía (más o menos) la coherencia de la trama desde el principio hasta el final y se centraba en unos pocos personajes, dejando a algunas de sus caras más conocidas (Gaga, Evan Peters) en casi cameos, lo que le ha venido muy bien. Una temporada refrescante y arriesgada que la ficción necesitaba.
9. Broad City (Temporada 3)
La serie de Abbi Jacobson e Ilana Glazer para Comedy Central sigue la línea de las dos primeras temporadas, contándonos las desventuras de estas dos treintañeras sin un duro que viven en Nueva York. Humor fresco y atrevido, que parece sacado de una comedia de fumados pero que guarda mucha inteligencia y crítica en su interior. Además, contaron con la aparición de Hillary Clinton en un capítulo. ¿Qué pensará Ilana, el personaje blanco más obsesionado con los derechos de los negros de la televisión de la victoria de Trump? Esperamos bromas para la cuarta temporada.
8. Stranger Things (Temporada 1)
Poco nuevo se puede decir de la que sin duda es la revelación del año, con permiso de Westworld. La nostalgia está de moda y Stranger Things es la prueba definitiva: la serie es un constante homenaje a los grandes éxitos de los 80, de E.T. a Los Goonies, pasando por Alien, el octavo pasajero. Una serie tremendamente divertida y protagonizada por un niños nada repelentes (al menos antes de que los entrevistaran en todos los programas de televisión). Perfecta para ver en verano, como las mejores películas familiares de los 80. Y además recuperando a Winona Ryder como madre de uno de los niños, para añadir a la nostalgia ochentera un poco de nostalgia noventera.
7. Vis a vis (Temporada 2)
En 2016 la ficción española nos ha dado buenos motivos para creer en ella, gracias a las segundas temporadas de Vis a vis y de El Ministerio del Tiempo, o a los estrenos de El caso y la webserie Paquita Salas. Lo cual no ha venido acompañado de una buena repuesta por parte de los programadores, que no renovaron ni El caso ni la serie carcelaria de Antena 3, al no alcanzar las audiencias que esperaban. Una pena especialmente en el caso de Vis a vis, que ha tenido una segunda temporada adrenalínica, con unos capítulos a cual más retorcido y morboso y con unos personajes siempre al límite. Y además nos ha dado la que ya es una villana mítica de la televisión española: la Zulema Zahir interpretada por Nawja Nimri.
6. Girls (Temporada 5)
Otra que ha tenido un gran renacer este año es la ficción millennial creada por Lena Duhnam. Tras unas últimas temporadas un poco destartaladas, esta quinta ha superado con creces a sus predecesoras con unos guiones estupendos, que tienen su culmen en el capítulo dedicado a Marnie (Allison Williams). El personaje, habitualmente insoportable, se muestra más frágil que nunca y realiza, quizá por primera vez en todas las temporadas, un acto de gran valentía aceptándose a sí misma tal como es, con todos sus egoísmos y deseos frustrados. Todo lo demás (Shoshanna en Tokio, Jessa y Adam, los dos capítulos finales...) sólo ha añadido más placer a los que disfrutamos viendo como estas cuatro no paran de autosabotear sus vidas.
5. The Young Pope (Temporada 1)
Esta serie ofrece todo lo que se puede esperar de una producción de la HBO, dirigida por Paolo Sorrentino y que cuenta la historia ficticia del primer Papa estadounidense, interpretado por el guapo Jude Law. Este joven Papa no es un personaje carismático, sino un manipulador empedernido que duda de la existencia de Dios. Law está muy bien acompañado por un reparto internacional que incluye al español Javier Cámara, al italiano Silvio Orlando o la francesa Ludivine Sagnier. La serie habla sin tapujos de la hipocresía de la Iglesia Católica en cuanto a casos de pederástia, su rechazo a la homosexualidad o la gran ostentación del Vaticano. Todo contado, como no podía ser de otra manera tratándose de Sorrentino, con una gran belleza.
4. American Crime Story: The People vs O.J. Simpson (Temporada 1)
Nueva antología creada por Murphy y Falchuk esta vez centrada en crímenes que marcaron la historia de Estados Unidos. Esta primera, narra el asesinato de la mujer del deportista O.J. Simpson, icono para la comunidad negra norteamericana. ¿Es posible hacer interesante una miniserie basada en unos juicios que tuvieron una gran repercusión en Estados Unidos y de los que ya conocemos su final?. Sí, centrándose como el racismo de la sociedad americana fue usado de forma sensacionalista en estos juicios. Y también gracias la figura de Marcia Clark (Sarah Paulson), abogada contraria a O.J, criticada por su aspecto físico y su forma de vestir que posteriormente se convertiría en un icono feminista. El episodio "Marcia, Marcia, Marcia", centrado en su personaje, es de los mejores del año.
3. The Girlfriend Experience (Temporada 1)
Uno de los estrenos más potentes de este año ha sido esta adaptación de la película homónima de Steven Soderbergh, que aquí ejerce de productor. Protagonizada por Christine (Riley Keough) una estudiante de Derecho que comienza a trabajar como escort de lujo, esta ficción no pretende entrar en el debate de si la prostitución debe legalizarse o no. Principalmente porque nos habla de un tipo muy concreto de prostitución (en el que se gana en una noche más de lo que muchos ganamos en meses) y por la especificidad del personaje protagonista. Inteligente y tremendamente segura de sí misma, Christine disfruta de lo que hace y es imposible para el espectador saber cómo va a reaccionar a los acontecimientos que le suceden en esta primera temporada. Un personaje gélido y fascinante, que no entendemos pero no podemos dejar de mirar.
2. American Crime (Temporada 2)
La tercera serie que empieza por American en la lista es muy distinta a sus predecesoras, aunque también sea una antología en la que los mismos actores interpretan a personajes distintos en cada temporada. En este caso se centra en una violación a un alumno de un elitista instituto americano. Una serie que muestra con una asombrosa sensibilidad algunos de los grandes problemas de las sociedades occidentales de hoy (la homofobia, el racismo, las diferencias entre clases sociales, el bullying) y que cuenta con unas actuaciones memorables por parte de Lili Taylor y Connor Jessup, madre e hijo en la ficción. Una de las series con las que más hemos pensado y nos hemos emocionado en todo el año.
1. Fleabag (Temporada 1)
Las series generacionales ya son todo un subgénero seriéfilo. En esta lista hay dos icónicas: Girls y Broad City, pero podrían incluirse muchas más. Esta año se ha estrenado la muy remarcable Insecuere, Please like me ha tenido una temporada muy digna y Looking ha terminado de la manera más insulsa posible.¿Hay algo nuevo que contar sobre la generación perdida que no nos hayan contado ya? La británica Phoebe Waller-Bridge demuestra que aunque los temas pueden ser siempre los mismos (la precariedad laboral, la inmadurez emocional) si pueden contarse de una manera diferente. Fleabag rompe la cuarta pared cinematográfica y la protagonista habla directamente a cámara, contándonos sus pensamientos. También se diferencia por ser mucho más sombría, debido a los traumas que oculta la protagonista y que vamos conociendo según avanzan los episodios, lo que la convierten en una ficción muy realista y (amargamente) divertida de la que esperamos impacientes nuevos capítulos.