¿Qué tal? ¿Cómo va hasta ahora la semana? Espero que muy bien y sin pasar mucho frío. Hoy vengo con una nueva edición del Top Ten Tuesday, y siguiendo el tema de hoy (con aroma a San Valentín), os voy a contar qué cosas me gustan y cuáles no me gustan de los romances literarios, pero a la inversa, es decir, empezando por lo que no me gusta para no acabar la entrada furiosa, ¡jaja!. Así que... ¡vamos a ello!
Sección semanal creada por el blog The Broke and the Bookish. Consiste en elaborar cada martes una lista, de máximo diez puntos, sobre el tema literario excogido/propuesto por el blog para la ocasión.
No me gustan para nada...
- Los romances tan dulces que te salen caries según lees. Un ejemplo clarísimo de este tipo de relación para mi es, sin duda alguna, la trilogía Halo, de Alexandra Adornetto. Me considero una persona romántica, y a nadie le amarga un dulce... pero demasiados empachan.
- Los amores instantáneos. No me trago eso de que dos personas que se acaban de conocer ya se amen. No digo que no pueda haber un flechazo entre dos personas, pero eso de nada más verse sentir que es el amor de tu vida sin tan si quiera saber cómo se llama... no me cuadra mucho.
- Los triángulos amorosos. ¿Qué os digo de ellos? No me gustan porque creo que no puedes amar a dos personas por igual, siempre habrá alguien que haga decantar la balanza a su favor; además, la tercera persona en discordia no siempre tiene un desenlace tan afortunado, sino que a veces es más por pena -véase el caso de Jace en Amanecer-. Ejemplos de estos hay muchos, como el ya citado de la saga Crepúsculo, de Stephenie Meyer, o también Cazadores de Sombras y Cazadores de Sombras: Los Orígenes, de Cassandra Clare, autoras ambas a las que las gustan mucho.
- Los amores dependientes y obsesivos. Siguiendo un poco la línea del anterior en cuanto a ejemplo, sin duda alguna aquí viene la saga Crepúsculo. Y no os confundáis, me gustó mucho su historia cuando la leí -salvo Amanecer, que dejó sentimientos encontrados en mi-, pero las cosas claras: Bella dependía de Edward hasta pare respirar -como quedó claro en Luna Nueva- y él estaba obsesionado con la seguridad de ella, hasta el punto de: 'quédate en casa, envuelta en plástico de burbujas y sin moverte de la cama'.
- Que una de las dos partes no tenga personalidad y se deje dominar o llevar por la otra persona. Por ejemplo, mi actual lectura, After, de Anna Todd. A pesar de que no llevo ni la mitad del libro leído y que estoy empezando a conocer bien a los personajes, desde las primeras páginas me quedó claro que Tessa es uno de esos personajes sin personalidad, que hacen lo que se espera de ella y que se deja arrastrar por los demás, es decir, si alguien la dice: '¡tirémonos por un puente!' ella lo hace.
Si me gustan...
- Los que primero fueron amigos y luego evolucionaron a pareja. Un ejemplo claro de este punto es A dos centímetros de tí, de Elizabeth Eulberg. No me preguntéis por qué, pero son historias que me gustan, ya que ambas partes se conocen bien.
- Los que son algo difíciles. Y con esto me refiero a aquellos personajes que se conocen, pero una de las dos partes tiene pareja, aunque eso no impide que la persona que está libre se enamore de él/ella. En resumen: al final acaban juntos. ¿Ejemplo? Un beso en París, de Stephanie Perkins.
- Los que, a pesar de parecer opuestos, tienen química. Son esas parejas que parece que no pueden ser pareja porque tienen una relación amor-odio constante, pero que en el fondo tienen tanta química entre ambos que es imposible que no acaben juntos. Los que para mi mejor encajan aquí son Katy y Daemon de la saga Lux (Obsidian).
- La tensión sexual no resuelta que se respira durante la historia. Si el autor o la autora lo saben llevar bien. Aunque aquí también valdría el ejemplo de la anterior, me decanto más por Para Siempre, de Nora Roberts (Cuatro Bodas #4), donde los personajes de Parker y Malcom eran pura dinamita.
- Las parejas que tienen sentido del humor. En este último punto encaja perfectamente Ruth, protagonista de El Libro de la Sacerdotisa (Saga Vanir #2), de Lena Valenti. Fue una historia que me gustó mucho a pesar que de Adam al principio fue un idiota. El personaje femenino era pura adrenalina, una amante de la vida y tenía un sentido del humor sensacional, siempre tenía algún comentario gracioso que hacía reír al resto de personajes y también a mi.
Y esto es todo por el top ten de hoy. Ahora contadme...
¿Qué cosas os gustan más de los romances?¿Y cuáles os gustan menos? ¿Coincidís en algo conmigo?Soy toda ojos.
Espero que paséis un estupendo martes y disfrutéis de buenas lecturas. Nos vemos mañana con una nueva reseña.
¡Un beso!