Estudiando la cartografía menor del macizo de Anaga encontré un topónimo que me llamó la atención. Se trata de Guanche el Hijo, una región de riscos entre El Bufadero y Cueva Bermeja (sobre el Dique del Este y de la cementera).
Me pregunté entonces de dónde vendría este peculiar topónimo, qué hecho o historia se escondía detrás. Pues bien, buscando en diferentes libros de descripciones antiguas de la región encontré uno que recogía específicamente este hecho en cuestión.
El texto es de la obra A través de las Islas Canarias, del farmacéutico y escritor Cipriano de Arribas y Sánchez, que fue escrito a principios del siglo XX.
La parte aludida, en el apartado "Excursión a San Andrés y Taganana", dice así:
El lugar expresado ya no existe como caletón, debido a los rellenos de esta parte de la costa para el Puerto de Santa Cruz de los años 70, y el topónimo ha cambiado por el paso del tiempo a Guanche el Hijo.El caletón del padre del hijo guanche
Un poco más allá me muestran una especie de charco o caletón que hace el mar, el que en espumosos y vertiginosos embates contra los riscos forma remolinos de blancas espumas; esto nada tiene de particular, pero la tradición refiere que un joven guanche estaba guardando las cabras de su padre, y una cabra favorita se resbaló y cayó al mar; la familia por la noche la echa de menos y el padre colérico le dice al siguiente día que le muestre el sitio por donde desapareció su cabra; el hijo obediente explica el percance y el padre le empuja y le precipita al mar y éste en un torbellino lo arrastra por un canal que existe; pero el hijo sereno, nada con tesón y logra salir del agua, se acerca por detrás del padre que extasiado estaba aún mirando el sitio por donde desapareció su hijo, y éste con un violento empellón sepulta a su padre en el abismo, quien dando gritos desapareció envuelto en las turbulentas olas para no volver jamás; de aquí se le conoce con el nombre expresado.