Tormenta de arena sobre pueblo chino de Golmud, en provincia de Qinghai, cerca de desierto de Gobi.
El pequeño pueblo de Golmud, en el centro de China, fue afectado por una tormenta de arena procedente del desierto de Gobi que descendió sobre sus casas y que convirtió el día en noche, reduciendo notablemente la visibilidad a más de 180 metros a la redonda.
La Academia China de Ciencias calcula que el número de tormentas de arena se ha disparado seis veces en los últimos 50 años a dos docenas al año. Alrededor del 80 por ciento de ellas se produce entre marzo y mayo.
Pese a los esfuerzos del gobierno, el desierto está creciendo y el proceso de desertificación se ha agravado por el pastoreo excesivo, la deforestación, la urbanización descontrolada y un clima cada vez más errático.