Este fin de semana me ha llenado tormenta y calma. He disfrutado del fuerte viento tirando de mi pelo y de mis pensamientos, del cielo espectacular de tormenta dando un tono mágico al campo. También he disfrutado de momentos delante de la chimenea con olor a encina y marshmello, de ratos con niños y un puzzle interminable y, como no, con la acuarela.