Revista Cultura y Ocio

Tornaviaje de urdaneta

Por Ilustrado
Andrés de Urdaneta se hizo un nombre en la Historia Universal al descubrir y documentar una ruta de oeste a este a través del océano Pacífico, desde Filipinas hasta Acapulco, fue el Tornaviaje, o viaje de regreso por el sentido contrario al realizado por la expedición de Magallanes y Elcano.
El Tornaviaje de Urdaneta permitió la organización de la primera ruta comercial estable entre América y Asia, la Ruta del Galeón de Manila, vigente desde 1565 hasta 1815. Hasta que llegó Urdaneta, todas las expediciones destinadas a unir en esta línea las posesiones asiáticas españolas, llamadas islas de Poniente, con las americanas habían fracasado estrepitosamente.

TORNAVIAJE DE URDANETA

ANDRÉS DE URDANETA


Andrés de Urdaneta, nacido en Villafranca de Ordicia (Guipúzcoa) hacia 1508, fue religioso, marino y cosmógrafo de reputada experiencia. A los 17 años embarcó en la segunda expedición transpacífica española, la comandada por García Jofre de Loaisa, como asistente de Juan Sebastián Elcano. En esta expedición llegó tan solo uno de los siete barcos a la isla moluqueña de Tirode en enero de 1527. Tras la muerte de Loaisa y Elcano, Urdaneta permaneció en la isla de Gilolo (Halmahera), entregado a la construcción y reparación de naves y empeñado en la lucha mantenida al mismo tiempo contra algunos estados moluqueños y contra los súbditos del rey de Portugal instalados en aquellas latitudes.
La posición española se reforzó con la llegada de la expedición de Álvaro de Saavedra, pero terminó tras la renuncia a aquellos territorios por parte de Carlos V por la firma del Tratado de Zaragoza (1529). Este hecho no supuso, sin embargo, el regreso de Urdaneta, que permaneció en la región durante varios años más, en cuyo transcurso pudo adquirir conocimientos de geografía y navegación, así como sobre los pueblos y sus lenguas, que le servirían en empresas posteriores.
Finalmente, en 1535, emprendió el regreso a España a través de Malaca y Cochín, hasta alcanzar al año siguiente Lisboa, dando así la vuelta al mundo. En la capital lusa le requisaron sus escritos, sus libros y todos los materiales acumulados durante su estancia en el Pacífico. No obstante, pudo entregar a Carlos V una Relación escrita de los sucesos de la armada del comendador Loaisa desde el 24 de julio de 1525 hasta el año de1535.
En 1538, Urdaneta se instaló en México, donde preparó una expedición a petición de Pedro de Alvarado, cuya muerte en 1541 frustró el proyecto. A partir de entonces, desempeño diversos cargos en la administración del virreinato de la Nueva España, cuyo virrey era Antonio de Mendoza, y ejerció como corregidor en varias poblaciones. En 1553, ingresó en la Orden de los Agustinos, con quienes había mantenido contactos a raíz de su expedición, y fue nombrado maestro de novicios en uno de los establecimientos mexicanos de la orden.
A instancias de Felipe II, preparó desde comienzos de la década siguiente una nueva expedición transpacífica. Escribiendo un Derrotero de la navegación que debía hacerse desde Acapulco para las islas de Poniente, dirigiendo la construcción de la flota, contratando a sus tripulantes y proponiendo como capitán general a un guipuzcoano de Zumárraga, conocido suyo, Miguel López de Legazpi. La expedición, que sufrió retrasos por diversas circunstancias, no salió del Puerto de Navidad, en Jalisco, hasta el 21 de noviembre de 1564, con Urdaneta en calidad de director náutico y espiritual, esta última función bajo el título de "protector de los indios" de las tierras por descubrir, y con la misión expresa de encontrar el camino de vuelta a América, pues el desconocimiento de una ruta de regreso comprometía toda la acción española en aquellas regiones.

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MONUMENTO A MANUEL LÓPEZ DE LEGAZPI EN ZUMÁRRAGA

Hasta entonces, todos los intentos de encontrarla se habían revelado infructuosos. El primero fue en 1522 por la nave Trinidad, mandada por Gonzalo Gómez de Espinosa durante la expedición de las especias que dirigió Magallanes y que terminó con la primera vuelta al mundo en dirección oeste por Elcano. La nave Trinidad partió desde la isla de Tirode y concluyó con el regreso al punto de partida. Igual suerte habían corrido el segundo y el tercer intentos, ambos realizados desde Tirode por la nave Florida, de la expedición de Álvaro de Saavedra. En 1528 la nave volvió al mismo lugar de partida, y en 1529 fue a parar a la isla de Gilolo (Hawai), donde el comandante de la expedición encontró la muerte. Los vientos y corrientes contrarias y las tormentas impidieron alcanzar el objetivo americano, regresando a Tidore.
Quince años después, la expedición dirigida por Ruy López de Villalobos lo intentó otras dos veces, igualmente sin éxito, con la nave San Juan. La primera vez, al mando de Bernardo de la Torre, partió en 1544 de la isla de Sarangani, en las Filipinas, y la segunda vez, mandada por Íñigo Ortiz de Retes, zarpó de la isla de Tirode en 1545.Cuarenta años después, los intentos sexto y séptimo se verán coronados por el éxito. Una primera nave, el patache San Lucas, mandado por Alonso de Arellano y separado de la expedición de Legazpi en el viaje de ida, emprendió por su cuenta la ruta de regreso desde la isla filipina de Mindanao en 22 de abril de 1565 y llegó a Acapulco el 17 de julio, completando así la primera travesía del Pacífico en dirección oeste-este. No obstante, su conducta insolidaria, las escasas indicaciones náuticas legadas y la valoración de su empeño más como fruto de un afortunado azar que de una acción deliberada han menoscabado el mérito de la empresa en favor de la realizada por Urdaneta.

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DERROTAS MARÍTIMAS DE SAAVEDRA, VILLALOBOS Y URDANETA

Tras llegar la expedición de Miguel López de Legazpi a Cebú en Filipinas, era necesario establecer la ruta de vuelta o viaje de retorno hasta América: el Tornoviaje. Urdaneta zarpa al frente de la nave San Pedro, junto al nieto de Legazpi, el capitán Felipe de Salcedo, desde San Miguel (Filipinas) el 1 de junio de 1565 y llega a Acapulco (México) el 8 de octubre.
Partió desde Cebú, cruzando entre las islas de Samar y Luzón por el estrecho de san Bernardino, abandonó el archipiélago filipino a mar abierto, poniendo rumbo hacia el norte en busca de los contraalisios. Un mes más tarde se hallaba aproximadamente frente a la isla de Taiwán, y el 3 de agosto, al norte de Japón, desde donde derivó hacia el este, evitando así la acción de los vientos y aprovechando la corriente marina favorable de Kuro Shivo.
Así, el 26 de septiembre alcanzó la costa de California. Recorrío la costa de Nueva España en dirección sur hasta llegar a Acapulco el 18 de octubre, tras 130 días de navegación, casi 1.900 leguas recorridas y 18 merineros útiles de los 200 que habían iniciado la travesía.
TORNAVIAJE DE URDANETA


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DERROTAS MARÍTIMAS TRAZADAS POR URDANETA


Urdaneta inauguraba una ruta por el norte del Pacífico que se utilizaría durante dos siglos y medio, es la Ruta del Galeón de Manila, que escapaba de los temibles alisios del sur. Este descubrimiento permitió la posterior colonización de las posesiones asiáticas y la existencia de una vía de comunicación regular que propiciaría las relaciones comerciales entre Filipinas y Nueva España, sobre todo, el comercio de la plata, tan codiciada por los chinos y con los que, ya entonces, se iniciaron los primeros contactos. Con ello se haría posible la evangelización y la presencia española, haciendo que el océano Pacífico fuera un mar español durante dos siglos
El viaje de Acapulco a Manila necesitaba un promedio de 3 meses para recorrer las 7.300 millas que separam ambos puertos. Desde Acapulco, los buques navegaban al suroeste hasta alcanzar el paralelo de los 12º norte, corriendo dicha latitud hacia el oeste para recalar en la isla de Guam, y desde allí dar rumbo al estrecho de San Bernardino, ehtre el extremo sur de la isla de Luzón y el norte de la isla de Samar.
El Tornaviaje precisaba entre 6 y 9 mese de navegación para recorrer 7.800 millas. Los buques ponían rumbo a las islas Marianas, aprovechando las corrientes favorables para recalar en el cabo Mendocino, al norte de la actual bahía de San Francisco. En este punto se completaba todo el aparejo y se giraba al sur a estribor para bajar la costa de California hasta fondear en Acapulco.
En el virreinato de Nueva España, un largo camino terrestre, llamado el Camino de los Virreyes, comunicaba la ciudad atlántica de Veracruz con la capital, Méjico, y ésta con el puerto de Acapulco, en el Pacífico, a través del llamado Camino de Asia.
Urdaneta volvió a España al año siguiente y arribó a Sanlúcar de Barrameda, desde donde se trasladó a Madrid y Valladolid para entregar a Felipe II los resultados de sus descubrimientos: mapas, relaciones de la expedición y libros de navegación. Asimismo, expuso sus ideas sobre la legitimidad o ilegitimidad de las empresas españolas en unos territorios que posiblemente se encontrasen en el área asignada a Portugal por el Tratado de Zaragoza, dando lugar a una significativa publicación: Ocho pareceres dados por Andes de Urdaneta y otros cosmógrafos en 1566 y 1567, sobre si las islas Filipinas estaban comprendidas en el empeño que el emperador había hecho al rey de Portugal, y si las Mulucas y otras estaban en la demarcación de Castilla.
Tras ello, en el año 1567, regresó a México, donde murió el 3 de junio de 1568.

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MONUMENTO A URDANETA EN VILLAFRANCA DE ORDICIA


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