A 30 kilómetros al este de Zamora, por la N-122, Toro (9.649 habitantes) ocupa un punto estratégico a orillas de Duero que le ha llevado a protagonizar páginas gloriosas de la historia de España. Fue la primera ciudad donde se reconoció a Fernando III como Rey de León. Aquí también nació el rey Juan II de Castilla y León. Y en la localidad zamorana se libró la batalla de Toro entre los Reyes Católicos y los partidarios de Juana la Beltraneja.
Poblada de antiguo por los vacceos, algunos historiadores la identifican con la antigua Arbocala que conquistó Aníbal el cartaginés, aunque quizás su nombre derive el toro o verraco que se conserva frente al arco de Santa Catalina.
Colegiata de Santa María la Mayor de Toro./Tamorlan
Durante la Edad Media fue una de las ciudades más prósperas del Reino de León por su producción vitivinícola. Del siglo X data el castillo con sus siete cubos. El puente (siglo XIII), consta de 22 arcos apuntados y consttuye la imagen típica de la localidad castellano leonesa. De la primitiva muralla (siglo X) quedan algunos restos encastrados en los muros de algunos edificios.
El arco el Reloj, sobre la antigua puerta del Mercado (siglo XVIII), tiene el mérito de haber amasado sus materiales con vino, según astetigua la leyenda. Del segundo cinturón de murallas se conservan las puertas de la Corredera y Santa Catalina.
Pórtico de la Majestad de la Colegita./Eduardo Alberto Sánchez Ferrezuelo
El palacio de las Leyes (siglo XV) luce una bella portada. Por su parte, el palacio de los condes de Requena presenta un patio gótico. Mientras, el de los Alcañices (siglo XVI), lugar donde murió el conde duque de Olivares, conserva pocos elementos originales.
Sin ir muy lejos, el palacio de los marqueses de Castrillo exhibe un patio y unas techumbres profusamente decoradas. Y el palacio de los Bustamante (siglo XV), residencia de Santa Teresa, conserva algunas obras de arte en su interior.
Monasterio de Santa Sofía./Zarateman
Si el viajero llega hasta la Plaza Mayor, verá que en ella se ubica el Ayuntamiento (siglo XVIII) Mención especial merece la plaza de toros (XIX), con un interior totalmente de madera. La Casa Museo Delhy Tejero mantiene vivo el recuerdo de la pintora toresana.
Entre los establecimientos públicos para visitar destaca el Hospital del Obispo (siglo XVI), con patio, capilla y cubierta de madera de forma octogonal con pechinas. Los edificios religiosos de Toro son también abundantes.
Iglesia de San Salvador./Lourdes Cardenal
De entre ellos sobresale la Colegiata, con la puerta de la Majestad (siglo XIII) y arquivoltas repletas de ángeles, apóstoles o diáconos. La Virgen aparece en el dintel y en el tímpano. Su interior alberga el cuadro La Virgen de la mosca, de autor desconocido. Es una obra de gran belleza.
La iglesia de San Lorenzo el Real (siglo XII), románico-mudéjar, mantiene el sepulcro de don Pedro de Castilla y su esposa doña Beatriz de Fonseca. La iglesia de San Salvador, que perteneció al Temple y la del Santo Sepulcro también son dignas de ser visitadas.
Fiesta de la Vendimia de la localidad zamorana./Roinpa
Varios monasterios completan la arquitectura religiosa de Toro; entre ellos el de Santa Clara, Santa Sofía o Sancti Spiritus, que conserva las tumbas de doña Leonor de Castilla y doña Beatriz de Portugal, esta de alabastro.
fuente: cyltelevision
Dónde dormir: Hotel María de Molina; Plaza Delhy Tejero, 1; 49800, Toro (Zamora) Teléfono: 980691414; mail: [email protected].
Dónde comer: Casa Lorenzo; C/ Puerta del Mercado, 21; 49800, Toro (Zamora) Teléfono: 980691153 y 980691153.