Revista Conciertos

Torpe ¿homenaje? a Lemmy

Por Tylerose

Torpe ¿homenaje? a LemmyVaya la verdad por delante: ni me considero fan de Motörhead ni Lemmy está en las primeras posiciones de mi panteón de héroes musicales particular. No presté especial atención a su música hasta que compré de una tacada sus 3-4 primeros discos remasterizados (alguno todavía conserva el celofán) y, es más, llegué a desarrollar cierta tirria -extensiva a Ramones- hacia la banda por el exagerado reconocimiento que recibió la banda en los último años, especialmente entre el enemigo (llámese hipsters, posers o responsables de marketing de Inditex).  Sin embargo, uno no es necio, Lemmy era el Rock N’ Roll personificado y la importancia de su figura es incuestionable. Además, de una manera u otra, siempre estuvo allí. Primeros recuerdos: su aparición en “Decline of Western Civilization II” -imponente, padrino del metal, con L.A. recortada a sus espaldas- o una desternillante entrevista en un pub publicada en Kerrang o Metal Hammer a principios de los 90’s, cuyo objetivo era probar y evaluar TODAS las cervezas del garito. Mi hermano -impactado por el clip protagonizado por el homenajeado, Ice-T y Whitfield Crane- intentaría convencer a su boy band sobre la conveniencia de coreografiar “Born to Raise Hell” para el festival de fin de curso de 5º de EGB; no hubo consenso. Fast forward: 26 de octubre de 2003, sala Razzmatazz a medio aforo, Motörhead asesinando mis tímpanos -parece ser cierto aquello de que sus columnas de bafles, al contario del 99% de bandas, no son de adorno- y yo, en el fondo, estoy allí para impresionar a esa metal queen que me traía por la calle de la amargura. Pero, un momento, ¿cómo se las apaña ese forajido para que su bajo suene como una guitarra? Y lo más importante: como molan esas camperas blancas -con los pantalones por dentro, como marcan los cánones-. Axl abandonó ese look en 1989. Otra irrefutable prueba de la atemporalidad de Lemmy.

Volver a la Portada de Logo Paperblog