El arquitecto italiano Paolo Venturella diseñó esta torre de usos múltiples en Madrid, España. El edificio consiste de una serie de volúmenes apilados uno sobre otro conformando un proyecto de 42 pisos en donde se integran programas públicos con funciones privadas para promover que la actividad de la calle se continúe en la torre.
La torre se eleva en una espiral sobre el eje principal de la ciudad; esta forma permite varias terrazas verdes en diferentes alturas de la torre.
Las funciones se organizan dependiendo de la exposición a la luz del sol: los espacios de vivienda se ubicaron al sur para tener un máximo de iluminación natural, mientras que los bloques laborales se ubicaron de forma perpendicular para facilitar su ventilación.