Me prometí a mi mismo no volver al cine a ver otra película de torrente tras ver la bochornosa cuarta parte. Como podéis deducir los que leáis esto, queda claro que no cumplí mi promesa, ya que he vuelto a caer. Al final le he dado otra oportunidad a esta saga sobreexplotada.
Volvemos a lo mismo de siempre. Chistes sexistas, guarradas varias, frases muy quemadas y en definitiva, nada que no se haya visto antes.
La formula de llenar la película de famosos haciendo cameos me parece bien ya que es parte de la esencia de Torrente. Lo que no comparto en absoluto es el darle protagonismo a personas ajenas al mundo de la interpretación ya que pese a no ser tan infame como Kiko Rivera en torrente 4, Jesulín no sale muy bien parado.
Es totalmente cierto que tiene algunos puntos graciosos, pero es una lastima que Santiago Segura, un tío al que admiro mucho, gaste más esfuerzos es promocionar su película a toda costa que en realizar una buena cinta de entretenimiento.
Muy lejos queda la frescura de las dos primeras películas de la saga, que en mi humilde opinión son las mejores.
La única razón que hay para ver esta película es simple y llanamente que es Torrente y pese a todo lo que he comentado anteriormente sigue siendo un personaje atemporal que nos ofrece momentos únicos de humor acido.
Después de todo he de reconocer que me entretuvo la cinta y que pese a las numerosas carencias y la nula capacidad interpretativa de gran parte del elenco de actores, me gusto el tono crítico que desprende toda la película y me lo pase bien en el cine.
Ahora os toca a vosotros decidir si verla o no. Cuidado con los Mortadelos y las pajillas.
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