¡He visto por la red tantas torrijas, que no he podido resistirme! Hacía tiempo que no las hacía, porque me van a costar alguna que otra lorza... pero he disfrutado tanto con ellas que ya me las apañaré. Durante mi infancia las torrijas nunca tuvieron una época determinada, mi madre las hacía cuando había sobrado mucho pan, era por tanto un plato de aprovechamiento... A mi raramente me sobra pan, así que lo compré para hacer las torrijas, pero he sustituido el vino que lleva esta receta por mi aguardiente de frutas (había que reciclar algo) y a raíz de eso se me ocurrió hacer un zabaione con el mismo aguardiente y el resultado... al menos para mi ¡ha sido espectacular! Ingredientes:
Para las torrijas
1 litro de leche (yo desnatada)
Un palito de canela
200 g de azúcar
2 cucharadas de vino blanco (yo puse aguardiente de frutas)
4 huevos
Aceite de oliva
Para el zabaione
6 yemas de huevo
75 g de azúcar
250 ml de Marsala u otro vino dulce (y usé de nuevo aguardiente de frutas)
Canela y ralladura de limón (optativos)
Preparación:
Cortamos el pan en rebanadas de un centímetro de grosor, lo colocamos en una fuente una al lado de otra.Calentamos la leche con el palito de canela y cuando empiece a hervir, añadimos el azúcar poco a poco.Removemos con una cuchara de madera hasta que se disuelva el azúcar y agregamos el licor. Retiramos del fuego y colamos el líquido sobre las rebanadas de pan para que se empapen.Una vez que el pan remojado esté templado, batimos los huevos en un recipiente amplio. Ponemos en una sartén de bordes altos, abundante aceite de oliva y la ponemos al fuego medio-alto.
¡Buen fin de semana y buenas vacaciones para los afortunados!