Sin duda uno de los alimentos típicos de la semana santa española son las torrijas. Este postre hecho con pan empapado en leche que posteriormente se fríe en una sartén con aceite de oliva. Para terminar se le añade azúcar y canela.
Evidente es un postre que está exquisito, y es muy difícil resistirse a él. Pero es un postre extremadamente calórico. Una torrija de tamaño medio, que pese en torno a 200 gramos, tiene en torno a 500 calorías. Por lo tanto, si eres deportista y no quieres pasarte en exceso en semana santa no es muy recomendable abusar de este postre.
Vamos a ver qué ingredientes lleva y cómo se prepararían.
Torrijas light
Para conseguir unas torrijas que no tengan tantas calorías como las originales tendremos que sustituir parte de los ingredientes originales.
Pan integral
Para empezar es recomendable sustituir el pan refinado normal por pan integral. Aquí ya vamos a estar ahorrando algunas calorías.
Leche de soja
En lugar de empapar el pan en leche de vaca, la podemos sustituir por leche de soja. Esta leche. La ventaja de la leche de soja es que no va a aportar nada de colesterol y en cuanto a las grasas tiene en torno a la mitad que la leche de vaca entera. Además las grasas que lleva esta leche son insaturadas, mucho más sanas que las saturadas.
Huevo
Este ingrediente no es necesario sustituirlo. Podemos rebozar las torrijas perfectamente en un huevo batido.
Horno
En lugar de freírlas es recomendable hacerlas en el horno. De este modo estaremos ahorrando todas las calorías que le va a proporcionar el aceite frito, además de ser mucho más sanas.
Miel
En el último paso deberíamos sustituir el azúcar por miel. El azúcar que contiene la miel es mucho más sano que el azúcar blanco en sí mismo.
Evidentemente con esta receta nunca vamos a conseguir el sabor de unas torrijas originales. Pero sí sirven para matar el gusanillo ingiriendo aproximadamente la mitad de calorías. Una torrija light de unos 200 gramos va a aportar en torno a 250 calorías, más o menos la mitad que las tradicionales.