Autor: John Steinbeck
Traducción: José Luis PiqueroEditorial: Navona (febrero 2008)Año de publicación: 1935Páginas: 248
Precio: 12,50 euros
Esta es la historia de Danny y de los amigos de Danny y de la casa de Danny. Es la historia de cómo estos tres llegan a convertirse en una sola cosa, de manera que si en Tortilla Flat mencionas la casa de Danny no te estás refiriendo a una estructura de madera cubierta con una capa de cal descascarillada y adornada con un viejo y descuidado rosal de Castilla. No, cuando hablas de la casa de Danny se entiende que te refieres a una unidad cuyas partes son hombres y de la que emanó dulzura y felicidad, filantropía y, al final, un dolor místico. Porque la casa de Danny no era muy distinta de la Tabla Redonda y los amigos de Danny no muy diferentes de sus caballeros. Y esta es la historia de cómo ese grupo llegó a formarse, de cómo floreció y creció hasta ser una organización hermosa y sabia.
Os traigo de nuevo a uno de mis autores favoritos, y es que en mi caso se trata de una apuesta segura, sé que sus libros son un acierto siempre. Además, en este caso, la novela tiene un significado especial para mí y es que de pequeña era uno de mis favoritos. No puedo explicaros por qué, ni siquiera yo misma, después de haber vuelto a leerlo ahora de adulta me explico por qué me gustaba tanto esta historia de borrachines pendencieros pero de buen corazón. Este libro estaba en casa de mis padres y un día decidí intentar leerlo, lógicamente hubo varios intentos que terminaron en fracaso, no podía continuar, no entendía muchas cosas y la lectura se me hacía muy difícil, poco a poco fui avanzando en la lectura y aunque seguía sin entenderlo todo, llegó un día en que pude terminarlo. Y así empezó mi enamoramiento con este autor, a través de este libro que me costó tanto leer, una de mis primeras lecturas adultas, pero que me produjo la satisfacción de haber conseguido leer un "libro de mayores" con una historia además que me había encantado. Volví a leerlo muchas veces más, disfrutando con él cada vez más y más. Ahora, pasados muchos años, he vuelto a leerlo para ver qué sensaciones me producía y, aunque ha habido otras novelas de Steinbeck que me han gustado más (Las uvas de la ira, Al Este del Edén o De ratones y hombres), este libro sigue teniendo una magia especial, he vuelto a vivir las aventuras de Danny y sus amigos como si en vez de personajes fueran personas reales, viejos amigos míos, y, por supuesto, he sacado mucho más de la lectura que en aquellos primeros y torpes intentos infantiles por comprender un libro que, me doy perfecta cuenta ahora, me venía un poco grande.
Pescadores en Monterrey (1935)
Tortilla Flat se encuentra en Monterrey (California), en las colinas donde aún no ha llegado el asfalto ni las farolas a las calles, allí viven los llamados "paisanos" (en castellano en el original), una mezcla de hispano, indio, mexicano y caucásico. Nos encontramos en los años inmediatamente posteriores a la I Guerra Mundial, y Danny, uno de los paisanos, hereda dos casas y decide invitar a sus amigos a vivir con él. La vida del grupo, de pendencieros que entran y salen continuamente de la cárcel, durmiendo al aire libre con el cielo como único techo, metiéndose en peleas, buscando contactos fugaces con mujeres y emborrachándose cada vez que cae alguna moneda en sus manos, parece que toma un nuevo giro, aunque solo en lo superficial, ya que las borracheras siguen siendo continuas y el espíritu libre también. Eso sí, entre los habitantes de la casa se forja una camadería y una amistad que hace aflorar lo mejor de cada uno de ellos, comprometiéndose por ejemplo a que Danny no pase jamás hambre (aunque luego el dinero se gaste siempre en vino) o que el viejo Pirata y su montón de perros callejeros se vayan a vivir con ellos para paliar su soledad y para ayudarle a cumplir su sueño de comprar un candelabro de plata a San Francisco por haber oído sus plegarias y haber curado a uno de sus perros.Vista del muelle de pescadores de Monterrey (1935)
El estilo es muy dinámico y ágil, plagado de diálogos, y con una narración llena de aventuras que recuerdan un poco a las novelas picarescas, de hecho, cada capítulo comienza con un título que repite la fórmula "De cómo...", por ejemplo, el primer capítulo es "De cómo Danny, de vuelta de la guerra, se vio convertido en heredero y cómo juró proteger a los desamparados". De este modo se nos anticipa lo que se nos va a contar en cada capítulo, a veces de una manera más descriptiva, otras, utilizando los dobles sentidos y el humor, muy en la línea de las novelas picarescas. Danny y sus amigos no son ningún dechado de virtudes, más bien al contrario, siempre buscando la manera de conseguir dinero sin trabajar para poder comprar algo de vino, pero, como suele suceder en las novelas de Steinbeck, un gran protector de sus personajes, todos ellos tienen un buen fondo y un gran corazón que hace que olvidemos esos "pequeños defectillos". Steinbeck es amable con todos ellos, aunque sabemos que su vida no es ejemplar, no podemos dejar de quererles y de ponernos de su lado, son espíritus libres, hombres solitarios, sin trabajo, familia, ni casa, que, por azar acaban teniendo un techo y un grupo de amigos que les hace ser mejores personas.
Bahía de Monterrey (1943)
Aunque puede hacerse una lectura sencilla, con las aventuras de este grupo de vagabundos como eje central, llenas de humor y muy entretenidas, la novela tiene una segunda lectura, llena de simbolismo y de referencias tanto a la biblia como a la saga del Rey Arturo (un tema que apasionaba al autor quien de hecho tiene una novela titulada Los hechos del Rey Arturo y sus nobles caballeros). El misticismo tanto religioso como pagano está presente en toda la novela, siendo estos vagabundos una especie de caballeros en torno a su Arturo particular, en este caso, Danny, y con continuas referencias a una religiosidad temerosa y bienintencionada de los paisanos, fruto de su ignorancia, pero que solo aflora en ellos cuando necesitan algo o cuando tienen algún temor supersticioso.
Vista panorámica de Monterrey (1907)
Tortilla Flat, una de las primeras novelas publicadas por Steinbeck y por la que recibió su primer premio literario, la Medalla de Oro del Commonwealth Club of California a la mejor novela escrita por un californiano, es una novela divertida y amable, en la que una serie de capítulos van narrando aventuras, algunas de ellas disparatadas, otras muy gamberras y algunas muy tiernas, en las que la amistad es ensalzada por encima de todo, aunque también la libertad, no solo física del individuo, sino también espiritual, el sentirse libre de ataduras económicas, de trabajo, de familia, y aún así, encontrar un lugar en el mundo e incluso una cierta ética, muy personal, eso es cierto, pero ética al fin y al cabo que rige a este grupo de amigos que os animo a conocer.