Revista Viajes
Vila Vella se halla dentro del recinto amurallado medieval, es un espacio de apenas unas casas y una plaza.
Sus calles estrechas y empinadas con el suelo de guijarros empedrados.
Algunas de estas casas aprovechaban el muro de la muralla para su construcción.
La Creu de Terme, un elemento decorativo monumental en piedra, del gótico popular entre los siglos XIV y XV, con una imagen de Cristo crucificado en el reverso y la Mare de Deu en el anverso.
A partir del siglo XVI la población se expandió fuera de las murallas, por el barrio de Sa Roqueta que vemos en estas fotografías.
Un barrio de pescadores que hoy ofrece una surtida oferta gastronómica a los veraneantes.