Quería conocer más en profundidad quienes estaban al frente o detrás (depende de cómo se mire) de Tot-Hom: una marca de tan reconocido prestigio en Barcelona y que empieza a serlo con fuerza ahora también en Madrid, desde que han abierto allí una tienda. Quería conocer no sólo a las profesionales sino también a las personas y en el agradable rato que pasamos charlando pude comprobar porque Tot-Hom es sinónimo de perfección, artesanía, personalización y elegancia, y no es más que porque detrás existe un equipo humano que ama su trabajo y se apasiona con el mismo sabiéndolo transmitir a su cada vez más numerosa y fiel clientela.
Marta Rota es pura pasión. Desde bien pequeña nació y creció "entre costuras", las de su madre, la modista Margarita Jovani, que ya se codeaba en aquella época con maestros de la talla de Pertegaz o Margarita Nuez y confeccionaba tanto vestidos de calle, en donde siempre destacaron sus abrigos, como vestidos de fiesta y de novia para las hijas de la clase alta de Barcelona. Margarita Jovani empezó a trabajar en Santa Eulalia, una de las principales tiendas de moda y de más prestigio de la ciudad condal, y a partir de lo que allí aprendió quiso ponerse a confeccionar ropa y trabajando mucho por fin lo consiguió. Cuando se quedó viuda, abrió su propio taller con cada vez más oficialas y a donde acudían las mujeres de clase alta que querían lucir los vestidos y abrigos que ella lucía cuando paseaba por Paseo de Gracia... Dado que su marido había estado muy bien relacionado por su trabajo tanto en Madrid como en Barcelona, supo mantener esa clientela selecta y supo cuidarla de forma que todos querían vestir los diseños de Margarita. Marta se incorporó desde muy jovencita a este mundo montando su primera tienda de venta de ropa justo debajo de donde su madre tenía el taller. Y desde allí poco a poco fue aprendiendo de su madre hasta que montó su propio taller de costura y confección en los años 60. Ambas se escapaban a los desfiles de París de aquel entonces y se codeaban con los principales modistos: Hungaro, Yves Saint Laurent, Valentino... de donde absorbían todo como esponjas y junto con los maravillosos patrones que se traían de París luego lo adaptaban a los diseños que hacían para su fiel clientela. Así que los primeros diseños nacían de esos patrones, de revistas de moda como Vogue que ya existía en esa época y de lo que querían sus exclusivas clientas. Todo siempre muy personalizado, característica que siempre ha acompañado a esta firma.
Gran parte del éxito de esta firma de ropa ha sido que el traspaso entre las 3 generaciones ha sido de forma paulatina y casi sin enterarse. Todas ellas han sabido integrar muy bien cada una lo que aportan las demás, y esto ha hecho que la ropa haya sabido adaptarse con los años a su tiempo y a cada generación, combinando muy bien la experiencia con la juventud, el proceso artesanal de hacerse todo a mano cuidando hasta el mínimo detalle con la moda que se lleva en cada momento. Marta Rota ha sido el puente entre la abuela y las nietas, y está claro que el amor y la pasión por la moda que une a todas ellas ha hecho que Tot-Hom se convierta hoy en día en una marca por sí sola de exclusividad y perfección por los detalles estando a la última en cuanto a colores y estilos, y sabiendo compaginar perfectamente la ropa "casual", con la de más vestir, con los vestidos de fiesta y los vestidos de novia. Comentan con orgullo que todos los diseños sean del tipo que sean (calle, fiesta, novia) los confeccionan todas juntas pues está visto que no sólo no es motivo de conflicto el trabajar codo a codo las tres todos los días sino que así todas aportan algo y aprenden unas de otras, aunque Marta confiesa que a ella le gusta más los vestidos de fiesta, Alejandra le va más el estilo "casual" y Andrea es la que más se encarga de los vestidos de novia y del trato con las mismas.Desde aquí os invito a que visitéis su preciosa y exquisita tienda de Barcelona, dónde además de atenderos con una gran amabilidad, encontraréis muchos de sus preciosos vestidos además de un showroom precioso y un rincón para la novia en el que no falta detalle. No me extraña que sus clientas salgan encantadas y repitan... (la tienda de Madrid también me dicen que es una maravilla y no me extraña...)
Gracias por haberme hecho partícipes de vuestra apasionante historia de amor y pasión por la moda y espero que nuestros lectores sepan también disfrutar al leerla. Emy Teruel