Tote el agricultor

Jorge López Marco es el nuevo mono de feria. Seguramente no os diga nada este nombre, poco más os dirá el de Tote, un futbolista venido a menos que se ha ido ganando como ha podido las habichuelas en este mundillo. Sabe tocar el balón, algo más le cuesta hacer goles, pero lo que se le da de maravilla es tratar con maletines.

Tote es jugador del Hércules, el mismo que ayudo al máximo accionista del club a intentar sobornar a sus rivales en el último tramo de liga. Pero ahora echa balones fuera y asevera que se trata de un tema político y no deportivo, y que su equipo debe jugar en primera porque se lo han ganado.

Más que se lo han ganado, lo han pagado. Si tuviera dos dedos de frente, Tote ”el maletines” habría guardado silencio para no seguir plantando berenjenas por toda España. Y si es mentira, que salga voz en grito y lo proclame a los cuatro vientos. Su nombre está defecado, y si no puede demostrar lo contrario así morirá, al menos deportivamente hablando.

No es un tema político, chaval. Estamos hablando de corrupción en el mundo del deporte. Os va a salvar que las escuchas son de un tema de negocios de cuatro piltrafillas que lacran este país y que sacan tajada hasta del servicio de basuras de Alicante. Pero el Hércules, después de todo lo acaecido, no es digno de estar entre los más grandes, es un equipo de segunda división.

No sé quién debería ocupar su plaza ni me importa. Como si un equipo tiene que descansar cada jornada. Pero me parece increíble que nadie haga nada. En Italia se descendió a la Juventus, y no pasó nada. Aquí nos tapamos los ojos, los oídos y lo que haga falta. Dejamos pasar el tiempo y voilà, herida curada. O al menos tirita puesta.

Todo el caso está en manos de la Federación Española de Fútbol, de la FIFA y de la UEFA, pero no van a poder hacer nada porque no pueden demostrarlo. Les salva a los mafiosos del Hércules que se han topado con un juez que pasa de más líos y no va a ceder unas conversaciones telefónicas enmarcadas con su investigación y que nada tienen que ver con el deporte. ¿Y si no lo llega a destapar El País?

Las conversaciones no son una prueba válida en un hipotético juicio. Pero deberían tomar cartas en el asunto. El Hércules para lavar su imagen y la Federación para mantener una Liga limpia, o al menos lo más limpia posible.

Lástima de piltrafillas que hacen que uno se desilusione con esto del deporte y cada vez piense más que esto no es más que un negocio. Lucrativo o no, pero negocio.

Como siempre pierden los aficionados, que se encuentran en medio de una complicada tesitura, con la miel de la primera de nuevo en los labios y con la sombra de la duda planeando sobre ellos. Algo mejor les hubiera ido si Tote hubiera empleado sus manos para la agricultura en vez de para pasar maletines entre vestuarios.