Tótum revolútum

Arranqué mayo con el dilema más popular de este país: la tortilla, ¿con o sin cebolla?, que planteaba MJLaLirio. Y de esa sencilla discusión para discernir cuál es la tortilla de papas ideal, nuestra compi de blog nos trasladó a otro debate mucho más amplio, en el que como buenos reduccionistas que somos en general, buenos 'esto es blanco o negro', parece que solo hay una perfección posible. "De la tortilla pasamos al peso ideal, a la pareja ideal, a los hijos ideales, a la casa ideal... Intentamos imponer nuestra opinión porque ha llegado un punto en que lo que pensamos, decimos o creemos es la 'releche en bicicleta', esa es una expresión de mi madre", escribió. Y la verdad es que yo, como me pasa cada vez más en estos tiempos de inundación polarizada, me quedo con las dos: la tortilla está buenísima de ambas formas.

Pero claro, como en todo, hay excepciones. Y una de ellas, en mi caso, es la política. Ahí no vale nadar y guardar la ropa, ahí o lo tienes claro -aunque no encuentres opción política que te represente en muchos casos- o mejor juega a la quiniela y déjalo todo a la suerte. Y mayo también nos mostró lo que afirmaba sin complejos y de forma valiente Araphant. Pues que "Madrid iba a ser la tumba del fascismo, pero en realidad está siendo la cuna de un nuevo fascismo. Un fascismo trumpista y tatcherista, sin planes sociales, pero con espíritu individualista". Ese que Ayuso denominó 'Libertad' sin arrugarse el entrecejo. Mayo, en plena primavera.

Esta estación del año suele pasarme factura, sobre todo en el cansancio, aunque yo en realidad llevo cansada 5 años y medio, lo que pasa es que ya me he acostumbrado y el cuerpo es muy burro, que aguanta lo que le echen, que dice mi madre. En esas noches de desmayo suele ocurrirme que sueño cosas extrañas. Entre ellas, como contaba Elhombre10, "he sentido que miraba el mundo desde el exterior ", pero en mi caso lo sueño, como si fuera una espectadora de cine, de la película de mi vida. Y me veo en mi quehacer diario: "Que no digas eso ahora, que no hagas aquello todavía, ten paciencia, ¡eh!", me descubro reprochándome. Paciencia, dice...

También fue a las puertas de esta primavera cuando por fin este país, que también tiene muchas cosas buenas, aprobó la Ley de Eutanasia. Muchos enfermos no lograron su objetivo, murieron por el camino apelando a su dignidad, pero su lucha permitió que hoy tengamos las herramientas legales para no seguir sufriendo si tenemos enfermedades dolorosas de las que lamentablemente no podamos salir. Evasinmás nos recordó su entrevista con Aurora Bau, expresidenta y una de las fundadoras de la Asociación Derecho a Morir Dignamente de Cataluña, cuando ella apenas era una estudiante de Periodismo. Aquel ejercicio le permitió formó parte de una asignatura en 1998 y durmió el sueño de los justos en algún cajón hasta que decidió publicarlo en nuestro blog. Gracias, Eva.

Y mientras, al otro lado del Atlántico, Colombia se desangra masacrada por su propio Gobierno, que envía a su Policía a reprimir cualquier atisbo de protesta ciudadana. La velocidad del día a día me hacía leer titulares sin procesarlos. La terrible instantaneidad en la que estamos sumergidos, dicen. Pero de pronto, hace algunas semanas, en uno de los múltiples grupos de whatsapp para los que sí tenemos tiempo, leo la pregunta de una amiga: "¿Pero qué está pasando en Colombia?". Ipso facto le pregunté a PabloBarber, que con paciencia nos explicó las claves en este vídeo.

Lo bueno de este blog es que siempre aprendes algo nuevo. En mi caso, no tenía ni idea de lo que nos lo expuso Carlospu este mes cuando nos recomendó la miniserie de HBO sobre "un numeroso grupo de personas que cree que un Estado profundo controla el destino del mundo (...) compuesto por actores de Hollywood, millonarios liberales y políticos del partido demócrata, todos adoradores de Satán y dedicados al tráfico de niños para su explotación sexual". Y se llaman QAnon, Anónimos seguidores de Q, un enigmático personaje cuya identidad trata de revelar que la citada miniserie. Hay de todo en la viña del Señor, diría mi abuela Nena.

Mayo apenas ha atravesado su ecuador y ha vivido también un acontecimiento histórico: el fin del Estado de Alarma, una situación compleja que nos ha dejado hablando a todos como si fuéramos juristas, muy típico por otra parte. Sobre ello y las circunstancias que lo han rodeado, Bookishlover86 desarrolló un símil interesante en su reflexión: la de una tormenta atmosférica con múltiples agentes. Así contamos con un amplio reparto de tribunales superiores de justicia autonómicos, decisiones de ejecutivos regionales, lanzamientos de pelota al Supremo... Vamos, un tótum revolútum.

Ese lío monumental que vivimos queda a un lado cuando somos capaces de centrarnos en lo que importa: las personas a quienes queremos. Y somos capaces de contentarlos con tal de que nunca más estén tristes. De ello está convencido Elniñosombra, que con sencillas e hilvanadas frases perfectas nos lo contó. Y yo ya me quedo con eso. Anoche, mientras escribía estas líneas, me dejé este post del que les hablo para el final. Y dormí del tirón.