Tour de contrastes en Nueva York

Nueva York es una de las ciudades más cosmopolitas del mundo y esa es una de las causas de los contrastes que pueden verse en ella. Por eso, cuando nos enteramos de la existencia de un tour de contrastes en Nueva York, pensamos que sería una buena idea hacerlo, porque es la manera de tener una vista general de algunos lugares, a los que uno puede volver por su cuenta en otro momento. Por ejemplo, a nosotros nos encantó la zona de los barrios latinos en Queens a la que queremos volver pronto. ¡Sobre todo a comer!

El tour de contrastes en Nueva York incluye un recorrido por algunos barrios de Harlem, Bronx, Queens  y Brooklyn. Nosotros lo hicimos con la empresa Contrastes de Nueva York y nos gustó mucho. Sobre todo porque nos tocó como guía Mauricio que, no solo sabía un montón, sino que fue muy amable con todos, pero sobre todo con Tahiel. Y a los papás y mamás eso nos gusta.

Además, nos gustó mucho la cantidad de “curiosidades” que nos contó, desde por qué se les dice “yanquees”, por qué los taxis y los buses escolares son amarillos, por qué se llama Time Square, de dónde viene el nombre Brooklyn, cuáles son las costumbres de quienes viven en el barrio de los judíos ortodoxos, cuál es la historia de los pandilleros que aparecen en algunos murales del Bronx y por qué los policías en cada comisaría son policías “locales”, entre muchas otras anécdotas. Mauricio no paró de hablar en todo el viaje y lo que decía nos resultó muy interesante. Por eso se los recomendamos.
No les vamos a contar todo en este post, así se sorprenden cuando lo hagan.

Algunas de las visitas fueron las siguientes:

El estadio de los yanquees. No se puede ingresar, pero se puede ver desde afuera y caminar por los alrededores. Para los que vayan con niños pequeños, justo enfrente hay una plaza con juegos. Lo único es que hay que ver si después se quieren ir para volver a subirse a la combi.

¿Saben por qué se los llama “yanquees”? Porque la mayoría de los niños holandeses inmigrantes se llamaban “yan” (como Juan) y, cariñosamente, les decían “yanquees” (juancito). Había tantos que el nombre terminó popularizándose.

La comisaría 42. Es una comisaría famosa por la película Fuerte Apache, que filmó Paul Newman. Se puede ingresar a la comisaría, pero piden no sacar fotografías (aunque sí se puede hacer en algunos sectores) porque ellos están trabajando. Esta fue la parte que menos me gustó, pero está bien como para conocer el escenario de una película.

El graffiti I love Bronx. Uno de los graffitis más famoso del barrio. Tuvimos la mala suerte de que había un auto estacionado en la calle y no fue fácil tomar una foto linda. Ni siquiera fue fácil apreciarlo. Además, había mucha gente (como verán en las dos fotos). Pero si uno quiere, puede volver otro día, bajar en la estación del metro Simpson St (Lineas 2, roja, y 5, verde) y, además, conocer la estación que es una de las más antiguas.

Además, van a sentir también que vieron el lugar en alguna película, porque en este lugar el tren/metro pasa por arriba y siempre se filman persecuciones de autos en la parte inferior de las vías.

El barrio Malba. Una urbanización muy linda típica de las películas, con casas enormes, mucho jardín y nada de rejas. Todas las casas están construidas en madera para poder calefaccionarlas mejor en los duros inviernos. Solo el revestimiento es de materiales de construcción.

Estadio de Arthur Ashe (donde se juega el US Open) y donde se encuentra la escultura del mundo. Esta vez no pudimos parar porque justo se estaba jugando el torneo de tenis, pero suelen parar allí.

Barrios latinos de Queens. Uno de los lugares que más nos gustó. Es increíble ver cómo parece que uno estuviera en cualquier calle comercial de Latinoamérica y no en un distrito del estado de Nueva York. Además, es muy interesante escuchar la historia de cómo se fueron armando estos barrios y la convivencia pacífica con los barrios vecinos (doblas en una esquina y sentís que estás en otro lugar del mundo) como los barrios indios o de judíos ortodoxos.
En esta zona es donde se hace una parada corta para comer algo. Ellos recomiendan dos lugares, pero se puede ir a cualquiera porque está lleno. Nosotros fuimos a Pecoshitas, pero todos son buenos. Dino se deleitó con una postobón y una empanada de carne colombiana.

Barrio judío ortodoxo. Caminamos algunas cuadras por este barrio y es posible apreciar algunas de sus costumbres, como que las mujeres casadas usan pelucas porque se considera que el pelo natural genera atracción en los hombres. Lo que nos llamó la atención fue que todas tenían las mismas pelucas. Nos explicaron que eran modas.

La excursión comienza a las 8 de la mañana (sale desde un hotel en Time Square) y termina alrededor de las 14. Pueden elegir entre quedarse en Brooklyn para cruzar el puente caminando o llegar hasta China Town y pasear por ahí. Nosotros optamos por la segunda opción porque hacía mucho calor y cruzar el puente lleva sus minutos.
Así que nos fuimos a caminar un poco por el barrio Chino, siempre buscando la sombra. Pero eso se lo contamos en otro post.

Si quieren averiguar por la excursión en la empresa que nosotros lo hicimos, pueden hacerlo en su web de Contrastes en Nueva York. Además, les recomendamos volver por su cuenta a los lugares que les resultaron más interesantes.

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