Revista Salud y Bienestar
El presente texto es del psicólogo Alfonso Barreto que ofrece explicaciones y recursos interesantes para la vida emocional, si se piensa en el concepto de tóxicos emocionales, como una serie de vivencias, emociones y sentimientos insanos, que cargan la mente y el corazón de la persona, y por consiguiente le hacen vivir mal.
Textos del libro TÓXICOS EMOCIONALES
¿Qué son los Tóxicos Emocionales?
En un sentido emocional, los tóxicos emocionales se entienden como aquellas influencias, afectos, interacciones, verbalizaciones, sentimientos, actitudes, eventos… de tipo negativo, que pueden afectar a la vida interior generando intranquilidad, zozobra, aflicción, en general, sentimientos negativos que hacen vivir mal psicológicamente a la persona.
Los Tóxicos emocionales se producen cuando otras personas logran afectarnos con sus modos particulares de actuar; así también nosotros logramos causar malestar en otros con nuestros defectos de carácter e imperfecciones humanas.
Los tóxicos emocionales se presentan por la imperfección misma de las personas; las actuaciones entran en conflicto y choque con las ideas, comportamientos y actitudes de otras personas; de esta manera se hace daño al otro; daño recíproco; también se causa dificultad a las demás personas y se crean ambientes molestos para interactuar.
Los tóxicos emocionales son cotidianos, forman parte de la vida misma. Son inevitables. Ocurren para probar la madurez de la persona, además de indicar el desamor, el conflicto, que puede presentarse entre las personas. Por lo general, suceden de forma voluntaria; alguien actúa con cierta intencionalidad para crear problemas o dificultades; de otra parte, alguien débil emocionalmente se ve afectado constantemente por ellos, por su excesiva susceptibilidad.
El “veneno” en el alma roba la paz a la persona, le perturba, hace la vida algo no grato y pone a las personas en una guerra constante entre sí. De modo que su identificación, prevención y control, forman parte de nuestra madurez emocional, psicológica y espiritual como personas. Nadie es ajeno a los tóxicos emocionales.
Muchas personas avanzan por la vida con gran cantidad de “toxinas” en su corazón, en su mente: odian, desprecian, viven amargamente, perseveran en su pesimismo, pierden la esperanza, aprenden a incomodar y perseguir a otros, se asumen como víctimas, se niegan a perdonar… de esta manera el “alma” vive mal y las manifestaciones del carácter en las acciones no son agradables; afectan a otros y el entorno mismo; estas personas en los demás generan: fastidio, incomodidad, enojo, división, repudio, separación..., puesto que andan aún con heridas en el alma, además de defectos de carácter en los cuales no se trabaja.
En realidad, los tóxicos emocionales son infinitos como imperfecciones y aflicciones humanas, existen en la medida en que dos personas con defectos de carácter interactúan y encuentran puntos divergentes e irreconciliables.
En los próximos artículos de este blog veremos algunos de los tóxicos emocionales más comunes a los que nos enfrentamos todos los días y aprenderemos la manera de poder hacerles frente.