La toxina botulínica se administra mediante infiltraciones en las zonas a tratar, consiguiendo una relajación de los músculos de ese área. Existe una amplia experiencia en su aplicación en medicina estética, lo que le convierte en un tratamiento seguro, eficaz y de escasos efectos secundarios.
La toxina botulínica es muy utilizada para atenuar las arrugas de la frente y el entrecejo, consiguiendo un rostro relajado. Los resultados tras su aplicación no son visibles al momento, sino que se van apreciando progresivamente y suelen durar unos cuatro o seis meses.
Principales beneficios de la toxina botulínica
A continuación se enumeran algunos de los beneficios que hacen de la toxina botulínica uno de los tratamientos más demandados en medicina estética:
- Los resultados son reversibles, ya que el efecto no es permanente.
- Además de corregir los signos del envejecimiento, puede prevenir la aparición de arrugas.
- No deja cicatrices.
- Se puede seguir con la vida normal tras su aplicación.
Opinión del experto
Carmen Ballestero, médico estético en Barcelona, nos cuenta los beneficios que experimentan los pacientes en la atenuación de las arrugas con el empleo de toxina botulínica y las recomendaciones a tener en cuenta en este tratamiento.
“Las líneas de expresión de nuestra cara son producto de decenas de gestos que hacemos todos los días, los que aumentan considerablemente cuando estamos estresados”, comenta la Dra. Ballestero.
“La toxina botulínica no deja realizar la contracción de estos músculos, por lo que tienen que realizar los movimientos correctos para cada expresión. De esta forma disminuyen y suavizan estos puntos de tensión y obtenemos una apariencia de relajación facial”, continúa.
“Aunque estemos estresados parecemos relajados, sin problemas. Algo bastante difícil en estos tiempos y que nos pueden ayudar mucho, por ejemplo, a la hora de buscar trabajo”, explica Carmen Ballestero.
Sobre las recomendaciones a considerar nos cuenta: “Lo primero debe ser acudir a un medico especializado en medicina estética que se encuentre en un centro autorizado. Además, no debería fijarse en los precios más bajos de los ofertados”.
“Tras realizarse el tratamiento con toxina botulínica es muy importante saber que no se precisa un tiempo de inactividad, aunque se aconseja a los pacientes esperar unas 24 horas para realizar alguna actividad más extrema. Durante las 4 horas tras las infiltraciones, no se debe recostarse sobre la zona tratada ni realizar masajes en la misma. Aunque sí que puede ser bueno hacer ejercicios faciales”, añade.
“A medida que se repitan los tratamientos, el efecto del botox es más duradero”, concluye la Dra. Ballestero.