Los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, han subrayado hoy que no tolerarán que a los sindicatos se les imponga la ley del silencio y han añadido que continuarán movilizándose contra las políticas que está llevando a cabo el Gobierno La ley del silencio fue autoimpuesta por los propios líderes sindicales desde hace más de siete años, tiempo durante el que vieron aumentar las cifras del paro y la precariedad laboral, sin mover un solo dedo en defensa de sus representados. Tienen frágil memoria los secretarios de UGT y CCOO, porque el Sr. Zapatero mintió en lo referente a la crisis económica, pero mucho mayor fue el embuste, rayano en la tomadura de pelo, de su tristemente célebre compromiso electoral del pleno empleo; “no lo quiero con carácter coyuntural, lo quiero definitivo”, decía en entonces presidente del gobierno. Mientras tanto, miles de millones de euros se ingresaban en las arcas sindicales y sus carismáticos representantes llenaban el estómago en Zalacaín y la somnolencia postprandial sí que ocasionaba un prolongado silencio en connivencia con las mentiras gubernamentales. Rajoy advierte del incremento del paro y de la fecha en la que las medidas adoptadas por la nueva administración ofrecerán resultados positivos y se gana las movilizaciones de unos sindicatos anclados en el siglo diecinueve. Zapatero ofrece pleno empleo y consigue incrementar el paro, y eso no merece respuesta sindical alguna porque es la derecha trasnochada y explotadora del trabajador, la única que merece las iras de Toxo y Méndez al unísono, pese a que los populares tratan de solucionar el desaguisado económico de la política aplicada a quienes silenciaron con sobornos a las centrales sindicales.