Trabajando a través de las emociones del divorcio

“Si tu corazón está roto, déjalo abierto”. -Alan Cohen

Con el cincuenta por ciento de los matrimonios en Estados Unidos que terminan hoy en divorcio, habrá muchos compañeros en su viaje. Eso puede hacerlo menos solitario, pero no necesariamente menos doloroso. Los psicólogos clasifican el divorcio como uno de los eventos más estresantes de la vida. El dolor que puede acompañar a la muerte de un matrimonio es como el dolor que sigue a cualquier pérdida que altere la vida.

Los sentimientos de miedo, ansiedad, tristeza, depresión, ira y rabia son reacciones naturales cuando parece que los cambios dramáticos están reservados para la estabilidad de las circunstancias de su vida. Saber que estas poderosas emociones son normales y naturales no las elimina, pero puede proporcionar cierta comodidad y ayudarlo a confiar en que son parte de un proceso de curación.

El trastorno emocional que acompaña al divorcio es paralelo a las etapas del duelo, a los sentimientos que los humanos enfrentan al lidiar con la pérdida: conmoción, negación, enojo y aceptación.

Etapas emocionales del divorcio

Los matrimonios no se rompen de la noche a la mañana; la ruptura no es el resultado de un incidente y generalmente no es culpa de un solo cónyuge. El proceso de ruptura emocional a menudo se extiende durante varios años y varía según si usted es el iniciador del divorcio o el receptor de la decisión de separarse. El iniciador puede sentir miedo, impaciencia, resentimiento, duda y culpa. El compañero que no ha iniciado el divorcio puede sentir conmoción, traición, pérdida de control, inseguridad y enojo.

Los psicólogos han identificado una secuencia común de sentimientos y comportamientos, las etapas emocionales que ocurren cuando una relación está terminando:

1. Desilusionarse: una de las partes comienza a sentirse descontenta y distante de la otra.
2. Expresando insatisfacción: el descontento se expresa y comienza la montaña rusa emocional de culpa, duda, pena y tristeza.
3. Decidir el divorcio: la distancia emocional se crea con ira, resentimiento y ansiedad para el futuro.
4. Comenzando el proceso legal de divorcio: comienza la separación física y emocional. Las partes hacen público la decisión. Los niños lo descubren. El pánico, el miedo, la vergüenza, la culpa y la culpa se agregan a la mezcla emocional.
5. Creciente aceptación: las partes comienzan a adaptarse y aceptan que el matrimonio no fue feliz. Cada uno recupera una sensación de control y comienza a planificar para el futuro. Los estados de ánimo se elevan con la perspectiva de una segunda oportunidad en la vida.
6. Beginning Anew (generalmente dentro de los cuatro años de completar el proceso legal): los ex socios pueden ir más allá de la culpa y la ira hacia el perdón, con nuevos roles, nuevos conocimientos y un nuevo respeto por los demás y por ellos mismos.

El proceso de curación después del divorcio incluirá centrarse en el futuro, asumir la responsabilidad de las propias acciones y actuar con integridad. Centrarse en el futuro permite a ambas partes ofrecerse mutuamente el perdón y la compasión que hacen posible la curación.

La vida continua

La Dra. Elisabeth Kübler-Ross dijo sobre el duelo que “generalmente termina cuando las personas se dan cuenta de que pueden volver a vivir, que pueden concentrar sus energías en sus vidas como un todo”. A medida que el proceso de curación continúa, aprenderán a lidiar con el desafía, integra la pérdida y comienza a reconstruir una nueva vida, perdonando lo que pudo haber sido y aceptando lo que es. El espíritu humano resiliente te ayudará a creer de nuevo que la vida vale la pena vivir y, a pesar de las pérdidas, la vida continúa.

“Cuando me dejo ir, ‘cultivo y vivo para el futuro, sin arrepentimientos sobre el pasado.” -Louise Hay

 … PARA APRENDER MAS “Como Rehacer su Vida Después de un Divorcio” VISITA AQUÍ

Emilia Gonzales

Escribo sobre cómo construir, administrar y disfrutar la riqueza de su familia.

Soy un Adminstradora del Portal "Guia de Chicas Forex". También me meto en el meollo de la cuestión de las reglas de jubilación, la planificación patrimonial y las donaciones estratégicas de caridad. Vivir bien.