Hoy es un gran día. A pesar de ser viernes y que puede que esta entrada no la lea nadie hasta el domingo. Da igual, quiero contarlo, ya lo leerás cuando vuelvas. Porque lo que me ha pasado hoy, en parte, es gracias a ti.
Iba a contártelo por Periscope, para empezar a darle uso a esa app tan chula que descubrí en verano, pero mi móvil me ha dejado tirada y no había forma de hacerlo reaccionar. Así que aquí estoy, con el niño dormidito en su cama, un café caliente y dispuesta a compartir mi alegría contigo.
He cumplido mi sueño. Ese sueño que empezó en enero del 2013, sin un objetivo definido del todo, pero con muchas ganas e ilusión. Tantas que me comprometí a publicar a diario los primeros meses para hacer crecer el blog y lo cumplí.
Porque así es como se alcanzan los sueños, luchando por ellos. Esforzándote a diario. Sacrificando tu tiempo libre. Robando horas al sueño. Retrasando una y otra vez ese café pendiente desde hace meses. Un café que ahora podré disfrutar con creces porque HOY soy libre.
Libre para hacer lo que de verdad me apasiona. Para trabajar únicamente en lo que me hace sentir motivada y realizada cada día. Hoy, por fin, he dado el gran paso de dejar mi oficina gris, esa de la que llevo quejándome desde que descubrí mi verdadera pasión.
Sí, hoy soy mi propia jefa, mi sueño se ha cumplido. A partir del lunes, solo trabajaré por y para ti, desde este blog que tantas alegrías nos ha dado a las dos. Del que tanto he aprendido y al que tanto tengo que agradecer.
Siempre soy positiva en este aspecto, si me sigues desde hace tiempo, habrás leído una y mil veces que los sueños se cumplen trabajando en ellos, que vivir de tu pasión es posible, que si tú no lo haces nadie lo hará por ti y que quién no se arriesga, no gana.
Pues hoy me he arriesgado, he saltado por fin. Y cuando he cruzado por última vez la puerta de la oficina, he sentido que me quitaba un gran peso de encima. Pensaba que sentiría algo de miedo por la nueva situación, pero nada más lejos de la realidad. Estaba feliz, tenía ganas de ponerme a saltar en el metro.
Si yo he podido, si he tenido el valor y fuerza de voluntad para luchar por mi proyecto, tú también puedes hacerlo. Pero claro, no es fácil. Tampoco lo hagas a lo loco. Yo he tardado tres años en asegurar mi estabilidad y sobre todo la de mi pequeño. He ido poco a poco, sobre seguro, como se hacen las cosas importantes.
Para nada te animo a que mañana mismo presentes tu baja voluntaria y te dediques solamente al blog, sobre todo si aún no has conseguido impulsarlo y convertirlo en tu fuente principal de ingresos. Sería una locura, aún más si, como yo, eres mamá y tienes peques que dependen de ti.
Una cosa es arriesgarse a ver si funciona y otra poner en peligro tu estabilidad económica y la de tu familia. Yo no sería capaz de hacer algo así y espero que tú tampoco... las consecuencias si sale mal y tu idea no funciona no solo te afectarían a ti. Es una decisión muy importante. Yo he tardado tres años en llevarla a cabo, con eso te digo todo.
Pero cuando sientes que ha llegado de verdad el momento de saltar, hazlo. En mi caso ha sido cuando mi trabajo en el blog se ha convertido en mi fuente principal de ingresos de forma estable y mi trabajo en la oficina me ocasionaba más gastos que beneficios, tanto económica como emocionalmente.
Solo entonces he dado el paso final y he puesto fin a mis tristes y aburridos días grises. El lunes volverá a salir el sol, puede que entonces, cuando me siente frente al ordenador sabiendo que ese es mi único trabajo, sienta esos nervios en el estómago que hoy no han aparecido en todo el día... Quién sabe, ya te contaré.
De momento, quiero compartirlo y celebrarlo contigo presentándote mi nuevo proyecto enfocado a mamás emprendedoras que, como yo, quieren cambiar su vida y dejar su trabajo aburrido y gris. Desde hace unas semanas ya podías verlo en la sección EMPRENDE, pero estaba esperando a HOY para hacerlo oficial.
Emprendemums es un Programa para asesorar y ayudar a crecer los proyectos de mamás blogueras y emprendedoras que quieren convertir su pasión en su trabajo, hacerlo desde casa y disfrutar de su familia. Recuperar la ilusión y motivación perdida. Mamás como yo. Y tal vez como tú.
Mi objetivo es tener contacto directo contigo, guiarte y orientarte, contarte qué y cómo lo hice yo durante nuestras sesiones y avanzar juntas, hasta conseguir hacer realidad tu idea. Porque cuando consigues cumplir tu sueño y ves que de verdad es posible con esfuerzo y dedicación, quieres compartirlo con todo el mundo.
No dejes que nadie te diga que TÚ NO PUEDES, porque no es cierto. Claro que puedes, pero tienes que querer poder. Suena raro, pero es así. Los objetivos no se cumplen apuntándolos en una lista interminable que cada vez que la miras te dan ganas de llorar... Los objetivos se cumplen siendo objetiva y realista, con los pies en el suelo aunque tengas la cabeza en las nubes.
El proceso de aprendizaje puede ser tan largo como tu quieras, depende de ti, no de mí. Porque si no pones en práctica todo lo que comparta contigo, de poco servirán nuestras sesiones. Necesito que te comprometas con tu sueño, que lo hagas de verdad y entiendas que solo centrándote y sacrificándote un poco, lo conseguirás.
Y la recompensa llegará cuando tenga que llegar. Pero llegará, eso seguro. Porque tener éxito con tu idea es posible y está al alcance de todo aquel que se implique de verdad y se comprometa a ser perseverante, paciente y trabajador.
Por supuesto, la pasión, ilusión y motivación son tres ingredientes fundamentales para conseguirlo, sobre todo al principio, cuando el camino es difuso y te asaltan las dudas. Y no te preocupes por el tiempo, las mamás somos especialistas en multiplicar las horas ¿verdad?
CONOCER EL PROYECTO EMPRENDEMUMS
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