Por LaCotono desde Chile
No quiero que esta entrada se malinterprete ni mucho menos pero esta vez no estaré 100% de parte de mi género.
Esto va netamente ligado con las relaciones interpersonales específicamente entre nosotras, ya llevo varios años en el mundo laboral y lamentablemente he notado lo mal que muchas veces podemos llevarnos, a qué me refiero, debido a nuestra naturaleza somos complicadas, (admitámoslo) a veces cosas muy mínimas y tontas nos molestan y podemos hacer un mundo de algo ultra simple.
foto google
Cuando una se desenvuelve casi solamente con mujeres la fiesta nunca estará en paz, inevitablemente entrarán los roces, “copuchas”, mal genio, miradas de terror, “esos días”, etc. Lo he vivido y creo que a todas alguna vez les ha pasado que nos carga alguna compañera de trabajo o nos molesta su presencia, su look, sus gustos, etc. Ahí comienza la mala convivencia, esos comentarios insidiosos solamente por molestar, que a mí me desagradan, no me gusta cuando nos complicamos innecesariamente y creo que el factor que más influye es lejos la envidia.Seamos honestas, una siempre quiere lo que la otra tiene, el pololo (novio), lo material, un mejor puesto de trabajo, el cuerpo, la simpatía y así podría seguir sin parar, que mala. Igual es difícil poder cambiar esto, cuando una pone de su parte quizás a la otra no le interesa, yo trato de ser bien acogedora y, obvio, tener un grato ambiente de trabajo pero cuesta. Comparado con los hombres, ellos muchas veces son cero rollos, ven los problemas con otro prisma, el de la simpleza.
Mi humilde consejo: lo primordial en estos casos es la empatía, la honestidad, ser directa con opinión pero siempre respetuosa, una nunca le va a caer bien a todas pero creo que nos podemos acomodar a cualquier situación.