Dado que el embarazo normal no es una patología sino un estado por el cual la mujer pasa de ser mujer-sola a mujer-madre, debe tomarlo tal cual es: “UN HECHO FISIOLÓGICO”.
La mujer debe vivir esta etapa de su vida, la gestación (hecho sublime y a su vez tan natural), del modo más cómodo, sano, placentero posible y con todos sus sentidos puestos en ella. Sobre todo debe vivirlo plenamente y disfrutándolo.
Creo que estamos de acuerdo en que no todas las técnicas corporales sirven para todas las etapas del embarazo, pero con la gran gama de técnicas existentes podemos adaptar lo mejor de cada una de ellas en cada ocasión y también para cada mujer en particular, ya que la experiencia me hizo aprender que lo que es muy bueno para una mujer, no da resultado con otra.
Los objetivos de haber creado este curso son: No tenemos en el país, un curso de trabajo corporal “Integral y Terapéutico” que nos enseñe a trabajar con embarazadas. Ahora SÍ. Nos ocupamos, en el curso de psicoprofiláxis, de explicarle a la madre cada cosa que debe tener en cuenta (como armar el bolso, cuando concurrir a la clínica por su trabajo de parto, cuando NO concurrir, le explicamos que sucederá si va a una cesárea, le enseñamos a pujar haciendo fuerza para “hacer caca”, etc). Pero…jamás le enseñamos a escucharse y a escuchar su cuerpo….a sentir…. La maternidad, es ya, algo aprendido para la humanidad, está en nuestra memoria genética, pero sucede que los estímulos sociales, su aprendizaje por el dolor, el sufrimiento, “que parir duele”!! están tan instalados en nosotros, que olvidamos nuestros instintos más primordiales: Saber, porque nos escuchamos y por nuestra experiencia propia y no porque me lo dijo el otro.
Mi objetivo con este curso es que a través del cuerpo y su trabajo corporal, podamos enseñarle a las mujeres, que saben!, que se sientan, que se escuchen y que lleguen totalmente preparadas a ese momento: EL NACIMIENTO DE SU HIJO.
La conjunción de técnicas que veremos tiene una base de sustentación y la cual además priorizo que es el Yoga, ciencia milenaria de la cual surgieron todas las demás y sus variantes; además de considerarla totalmente integral, por abarcar cuerpo, mente y espíritu (o emociones si quieren llamarlo así). A partir de aquí se nos abre un abanico tan grande de trabajo que en nuestras clases deben quedar totalmente abolidas las frases: “Esto yo no lo hago”, ó “Esto yo no puedo”.
También trabajaremos para aliviar, compensar, interpretar y transcurrir sin efectos negativos, la maternidad.
En la época que nos toca transitar, en la que la mujer se ha vuelto, por suerte, una intérprete, tan activa de nuestra sociedad, con nuestras clases, ella podrá seguir ágil, cumpliendo su rol, en vez de reposar mientras su abdomen crece, cosa que aumentaría aún más la crisis psico- emotiva que ya de por sí genera la nueva situación del embarazo.
Por medio de estas clases, en las que incluiremos, además de las posturas básicas, añejas, pero infalibles del yoga, el empleo de otras técnicas como: la Esferodinamia, Eutonía, Gimnasia consciente, Biodanza, M. Feldenkrais, Bioenergética, integración Somática, Técnicas Expresivas, de Relajación, Visualización Creativa, Terapias alternativas (como reflexología, digitopresión, aromaterapia) y el empleo de elementos (cintas, cañas, pared, sillas, barra, pelotas, rodillos, almohadones, etc), podremos conseguir que la embarazada sea consciente en todo momento, de los cambios que se irán produciendo, tanto físicos, psíquicos y emocionales, pudiendo adaptarse a ellos.
Por otra parte, este es un momento privilegiado para el trabajo corporal, ya que la gestación, nos brinda una mayor flexibilidad en las articulaciones. También es un momento ideal para el trabajo espiritual y/o emocional ya que la mujer embarazada posee un estado amplificado de conciencia, por ello, desde el comienzo, se puede intensificar esa realidad ya presente (consciente o no), en estas mujeres, que es el Vínculo Prenatal.
Obviamente no podemos garantizar el fin del trabajo, más hoy en día que la cesárea está tan a la vanguardia, pero cualquiera sea el desenlace (nacimiento natural o cesárea), SÍ podemos asegurar, que esta mujer será partícipe totalmente activa, consciente y con el control sobre los acontecimientos.