Revista Literatura
Subiendo la escaleraautomática me ajusto la falda,Tres peldaños másme arreglo el peloen suspenso una lagrima
Entre cuatro paredes el orden aciago las ordenes del día flotan como pensamientos náufragos
Helada mi alma,gimen contra el relojpoemas enjauladosque estiran sus largas manos
El trabajo acontece sin pesar… sin dolor… ambiguo… impersonal… Bajando la escaleramis ideas regresanajustándose mis poemasa mi pasos cada vezmás elásticos.
Mis deseos vuelan salvajes de rama en rama riendo hasta la locura, disolviendo mi gravedad en el aire.