Revista Opinión

Trabajos en extinción

Publicado el 07 julio 2012 por Cronicasbarbaras

Próximamente van a desaparecer de los hospitales madrileños 26 oficios ejercidos por 3.000 empleados de toda la vida, como costurera, lavandero, electricista, peluquero o planchador, lo que seguramente ocurrirá también en todos los hospitales y servicios públicos españoles.

Esperanza Aguirre anunció recientemente la extinción de estas profesiones de las nóminas hospitalarias. Desaparece el empleado fijo dedicado a una función, pero surge el trabajador de empresas contratadas que se envía un día al hospital o centro público que lo necesita, y al día siguiente a otro.

Es una muestra más del cambio sociolaboral nacido hace medio siglo en EE.UU. y que fueron copiando con la oposición sindical las naciones más avanzadas al crear empresas de mantenimiento.

Hay oficios que desaparecen: la costurera será innecesaria porque cualquier prenda de un uniforme sanitario es más barata comprada en grandes cantidades en Bangladesh que una cosida o zurcida por alguien cuyo salario de un día es mayor, por pequeño que sea, que muchos uniformes.

Limpiador, mecánico, pintor, tapicero, delineante, carpintero, y tantos operarios necesarios en los centros públicos, solo desaparecerán como empleos permanentes en los que se jubilaban quienes los conseguían, generalmente, porque un director contrataba a gente de su pueblo.

Ahora, una empresa envía a sus trabajadores eventuales de un lugar a otro según las necesidades de sus clientes.

Y si uno de pone enfermo o, como algunos de los fijos actuales, se da de baja para hacer chapucillas fuera, lo despiden y envían uno de sustitución como su fuera un repuesto más.

El nuevo mercado laboral sólo valora la función, no la persona que la ejerce convertida en una simple herramienta, que será más eficiente y regular, pero también menos humana.

Aunque en el caso del electricista de la Catedral de Santiago, acusado de robar el Codice Calixtino, otros incunables y los cepilos con ofrendas, habría sido mejor que él una empresa de mantenimiento que recibiera menos confianzas.

En todo caso, adiós, viejos operarios, amigos que siempre hacían favores.

Hola anónimos operarios, repuestos importados.

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