El sector de la artesanía en España ocupa un lugar preferente en la mermada economía española, con más de 60.000 empresas dedicadas a la artesanía y que ocupan a más de 2000.000 personas y que comprende una facturación anual de más de 4000 millones de euros. En la encrucijada socio económica en la que nos encontramos actualmente, el avanzar en un sector que cuenta con una legislación dispersa ya que las competencias se transfirieron a las Comunidades Autónomas, se hace harto difícil.
Tradición e innovación, parecen adjetivos de compleja unión, pero; talento, iniciativa y destreza unidos a la necesidad de mejorar y ofrecer productos de calidad y que conserven la identidad y la transmisión de los valores culturales del artesano, han tenido como efecto que se ofrezcan cada día productos que conservan la tradición en los que se ha implementado una innovación tecnológica sin mermar la diferenciación sobre los estándares y mantener intactos la originalidad de los productos.
Actualmente el sector artesano sigue en constante crecimiento conjugando tradición, innovación y calidad, aunque aún estamos lejos de Alemania, que cuenta con el tejido artesano más importante de Europa, nuestros productos cada vez son más demandados en el resto de la CEE. Curiosamente, son escasos los estudios, ayudas y cambios legislativos que permitan no solo la supervivencia del sector sino la mejora continua, la competitividad y el acceso a la internacionalización.
