LA SIEGA
Ha llegado el día de San Juan, fecha mágica de nuestro folclore y tiempo clave para la siega: las cebadas ya han dado la cara. o sea. ya están en sazón; es el momento de comenzar la recolección de la mies. miesa o miensa: los lqrdíos empiezan la granazón y el trigo del país, aunque todavía enzurronado o en leche, se mece blandamente acariciado por el suave viento.
Algunos labradores de pocos posibles. en esos días. ya han cosechado un poco de cebada para dar de comer a las caballerías: es la parva del hambre.
Una vez los frutos maduros. los amos. sobre todo los pudientes precisan de braceros para la recolección lenta de tres meses.
Los peones del lugar son insuficientes y, además, han de reservarse para determinadas faenas con el acarreo, trilla y limpia. en una especie de división del trahajo impuesta por la larga duración de la campaí'ia.
Hacen falta segadores.
El patrón baja a la plaza pública para contratar las cuadrilla", bien ajorJ/a/, que entonces se pagaba a duro. bien a destajo (éstos eran destajeros), contrato de trabajo. puramente verbal, fíado en la nobleza de amhas partes, es a tantos riales por fanega () hanega de tierra )' además cuando el amo era poco pudiente se pagaba al trabajador en grano que podían ser garbanzo, trigo. etc., añadiendo a aquél el compromiso de la comida consistente casi siempre en gazpachos y cocidos u ollas con abundante tocino, que llamaban a pan o a pan
Muchos de ellos venían de las regiones gallegas o de las altas tierras de León (sobre todo, en La Sagra), Hay que preparar las hoces nonnales y dentadas que se rabrican en La Mata, los hocinos, hoz más pequeña que consta de cuchilla y mango, para cambiar la herrumbre u orín por el gris acero.
A continuación hay que engrasar o untar los aperos con tocino o manteca de cerdo cuajada, sacar de los colgadizos de las labranzas, los aperos, como los dediles o dedos de caña o cuero, las morlacas, dedil de madera que se coloca al segador en la mano izquierda protegiendo de la hoz los dedos meñique, anular y corazón,
Han acabado las fiestas de San Pedro y San Pablo.
Los segadores, tanto a jornal como a destajo, acuden por la manana temprano a la casa del amo, la primera de las pocas ocasiones en que la pisan. conjuntamente con el día de Santiago, en que el amo les invita a una limonada y a otras viandas, el día 15 de agosto o el día la Virgen y el día del remate o partida, en el que celebran su fiesta y se despidcn llevándose el pan, una barra o borrego, además de los riales o duros a que ascendió el importe de su trabajo, Parten hacia el piazo, cacho, o corte con la impedimenta del avio, una ligera muda y los objetos propios del oficio. .
Van con la clara del día, medio somnolientos. pero con alegría cantando canciones de amor y de siega. acompasadas por el bronco sonido del coruco o cuerno.
Llegados al piazo. allí improvisan el hato. donde se alivian del peso de la carga; dejan los costales y las a/li)/ias. de donde sacan la manejero o manija. que designa el conjunto de dediles, el mango y la pantómetra, manga postiza de correa que usa el segador para proteger el antebrazo izquierdo y la zoca
Se ponen los mandiles o mandillillos con petos hechos a.base de la hasta tela de los costales: otros, sin embargo. prefieren utilizar unos zohones , especie de delanteras de cuero o de costal.
Ponen a punto el filo de la hoz y sacan los cántaros, y botijjos que intentarán apaciguar y calmar la intensa sed: para ello algunos segadores se ha apresurado a preparar la gazpàchera. recinto o cobertizo hecho a base de haces para proteger los líquidos del agobiante calor, allí dejarán también la hortera para el gazpacho.la escudilla de barro para el cocido, la aliara, liara o haro, cuernos huecos de toro que contienen el aceite y el vinagre y la salera de corcho.
Se ponen la indumentaria. después cogen la hoz y la madeja o madejilla de ataderos, atairos (palabra mozárabe característica de la zona centro de los Montes de Toledo, vencejos, que pueden variar el número, pero en varias zonas de la provincia suelen constar de veinticinco unidades.
Lo normal es segar en encanchao: cada segador lleva dos lomos, pero en la viña del Señor hay de todo; a los más flojos o bigardos les convenía segar ('} junto o en ducha. ya que los buenos les echaban una mano o esquite y podían dar cuatro o cinco voleos que aliviaban la desidia de aquellos.
Dependiendo de las comarcas o zonas se siega a puñao, o revoltura: otras, a manada o o maná formada de cuatro o cinco puñaos, y ocho manás forman un haz que es atado con el afilIo ayudado con la hoz o una horqulilla.
Llegamos a las eras del pueblo, unas dos horas después de la sazón del sol canicular, y, aunque tenía poca altura sobre el horizonte se podía presidir un calor de fuego dc horno. Los segadores sudorosos hadan la llave, vuelta que se da cada puñado o haz de mies. Si se cosechan garbanzos o algarrobas hacen gavillas.
A veces se deshacía un haz sin romperse el atadero, a esta acción se daba distintas denominaciones: parir (sej, reventar (se)., desgobernar. También cuando no se guardaban la proporción se decía hacer o esrar un haz culón, siempre que tiene este más mies en un lado que en otro.
El bracero iba segando formando gavilleros, conjunto de puñados o manadas que luego ataba; antes de ser transportada la mies formaba hacinas, cinas o tresnales, conjunto de haces en disminución en forma de pirámide; los residuos de las cañas de la mies que quedan en el «piazo), después de segar es el rastrojo, rastrojero o arrestrojera. .
Se segaba de sol a soL con breves intervalos de descanso; los segadores a destajo o destajeros, llegaban a segar con la luna hasta la una de la noche.
Un personaje clave era el hatero., hernandil/o, hernandilla o nalldillo, joven o mujer encargados de llevar el avío o apaño, comida de los segadores consistente en gazpachos y cocidos.
En el cargadero los carros cargan la mies y la trasportan hasta la era, aira o eira (estos últimos, términos mozárabes en la zona centro de los Montes de Toledo), a esta acción se le llama acarreo; sacar o arrimar.
Igualmente podia ser transportada a lomos de caballerías sirviéndose de angarillas y jamugas o jamuas. Los haces son sujetados con el garabato. instrumento de hierro cuya punta está vuelta en semicírculo o pato de madera dura que forma gancho en el extremo.
La era podía ser empedrada, sohre todo, en zonas montañosas; tomaba la forma circular u ovaladas (algunas veces cercanas a los pueblos; nos quedan topónimos como la Eras .
En grandes propiedades no tiene foorma fija: es una amplia zona de terreno que suele dividirse en dos partes: en cada una de las cuales se trilla una parva, mientras en la otra se efectúa la limpia del grano. En otras zonas solían ser terrizas o terreras, endurecidas con un rulo o con un pisón.
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Revista Cultura y Ocio
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