No queda nada para el dieciocho y para que no nos olvidemos de algunas tradiciones aquí vamos a nombrar algunas de la mas populares de nuestro país.
Encumbrar Volantín es uno de los juegos más populares en fiestas patrias, es pasión de niños y grandes y son muy conocidas las competencias del Parque O’Higgins en estas fiestas. Aparece en Chile durante la época de la colonia, cuando jóvenes sacerdotes misioneros competían entre ellos o en contra de otras congregaciones. El volantín ha experimentado las innovaciones de la modernidad, ya que sus variedades se presentan en papel, plástico y con sofisticados sistemas de manejo.
El Trompo es un juguete de madera con púa de metal y desde esta punta se enrolla una lienza o cuerda. Después de haber enrollado todo el hilo, el trompo es lanzado con fuerza y técnica para hacerlo girar y girar. Mientras gira los competidores pueden hacer una serie de trucos.
El Emboque es un juguete de madera con forma de esfera o campana con un agujero de cuatro a cinco centímetros de profundidad. De su cuerpo sale un cordón delgado en cuyo extremo tiene amarrado un madero o palito que habrá que tratar de meter al agujero del emboque. El juego consiste en tomar el madero de forma vertical con una mano, de manera que el emboque quede colgando. El emboque tiene que ser lanzado al aire. La idea es que el madero logre entrar al agujero.
El Palo Ensebado consistente en escalar o trepar sólo con la ayuda de brazos y piernas por un poste vertical u horizontal de aproximadamente 5 metros, que suele estar alisado o embadurnado con alguna sustancia resbaladiza, hasta atrapar el premio, situado al final del mismo, que es la diversión del juego.
Las Carreras a la chilena son hombres que a corren los caballos a “capela”, es decir, sin montura, sin estribos y sin espuelas.
La Rayuela es juego más de adultos, tradicional en nuestro país. Consiste en lanzar tejos circulares y metálicos hacia una raya trazada con tiza en el suelo o hacia una lienza colocada a los ancho del extrenmo de la cancha. Cada jugador tiene dos tejos y el éxito consiste en que caigan sobre la raya o la lienza. Así se produce “el punto quemado”. Una vez que se completa el número de puntos acordado, el juego se termina.