Después de los resultados del pasado 25 de mayo, donde el modelo bipartidista empieza a resquebrajarse, la decisión del secretario general del PSOE de no continuar dirigiendo al partido y ahora la abdicación del rey, estamos convencidos que el proceso destituyente del anterior régimen se ha iniciado, por eso es importante la audacia política. Los intentos de reestructurar el modelo con personas distintas nos parece que son un error, cambiar para que nada cambie. Nuestra apuesta como personas decentes es hacia una ruptura democrática con la monarquía. Quienes buscan dirigir el proceso de “regeneración” sin una ruptura con quienes iniciaron la labor en el 77, se estarán equivocando. El futuro tendrá que ser lo que la mayoría de la gente quiera y no un pacto entre élites políticas y económicas para imponernos a Felipe VI y continuar con lo que se cae a trozos.
La pérdida de legitimidad de la monarquía ha sido un proceso degenerativo donde su complicidad con la corrupción de alguno de sus miembros ha sido escandalosa. La gente ha perdido la confianza en esta monarquía y se ha hecho mayor para decidir su modelo de estado.
Decía Julio Anguita que la tercera República no vendrá sola, que habrá que traerla e intentar que sea una República de la gente, porque si el modelo era solo un cambio de bandera, él no estaba por la labor. Creo que esas palabras reflejan muy bien lo que es la República, un proceso de generación de alegría colectiva, mucha gente saliendo a la calle celebrando la llegada de un nuevo modelo de estado más democrático donde el poder sea el de la gente, en lugar del de los mercados.
República es un proceso constituyente donde los pueblos de España se puedan sentir a gusto en un modelo federal de Estado, donde lo que está derrumbándose termine de hacerlo para que la nueva política pueda nacer, donde se respeten los derechos humanos, no como una salvaguarda legal en artículos constitucionales incumplidos de manera reiterada, sino de una forma en que los desposeídos tengan dignidad y suficientes recursos para poder salir adelante. Una república de la ciudadanía, donde la educación, la sanidad y los servicios sociales públicos sean mantenidos a toda costa por encima de los intereses espúreos de las empresas.
Por eso hoy estaré a las 20:00 en la plaza mayor, frente al Ayuntamiento de Palencia, para empujar hacia un proceso Constituyente, que incluya también un referéndum sobre cuál es la opción del pueblo, porque no se puede gobernar sin que tu concepción del mundo esté legitimada por las urnas. ¡Ningún ser humano es superior a otro por el hecho de haber nacido de una familia determinada! Los Ayuntamientos son algo simbólico para la República porque la 2ª la trajeron tras unas elecciones municipales.
¡Viva la República!