Hace un par de semanas terminé de leer el último libro de Pascual Serrano, periodista que se ha especializado en hacer una crítica consistente del periodismo actual. Se llama de manera muy parecida a mi primer libro: Traficantes de información y está publicado por Foca. Pude conocer al autor en persona la otra noche en el impresionante Centro Social Autogestionado La Tabacalera de Madrid en cuyo patio central presentaba su libro. Estuvo acompañado por su editor y por el actor Guillermo Toledo. Lo primero que hay que contar es que el libro ha sido censurado. Así me lo contó mi propio editor que también estaba en el evento, no obtante es quien le había encargado este libro a Serrano. A éste no se lo ocurrió otra cosa que hacer bien su trabajo y como una de las cosas a las que se dedica en Traficantes de información es a mencionar las irregularidades, faltas de ética, negocios opacos, etc, de cada gran grupo mediático de nuestro país, pues al grupo dueño de la editorial en la que iba a publicarlo no le hizo mucha gracia.
Supongo que pensaron que es de mal gusto poner a parir a la empresa editora de tu libro en tu libro. Desconozco si a Pascual Serrano le dijeron aquello que una vez me dijo a mí uno de los peces gordos de El País cuando le regalé sendos ejemplares de Traficantes de salud y Conspiraciones tóxicas: “Los libros son para eso para dar caña (…) pero nosotros no tenemos por costumbre tirar piedras sobre nuestro tejado”.
Eso fue tras decirme que antes de publicar algo sobre los libros quería saber si el grupo Prisa o alguna de sus casi infinitas empresas aparecía mencionada. Y claro en Conspiraciones tóxicas dedicamos un capítulo entero a la imposición de una refinería de petroleo en Extremadura y la connivencia de ciertos medios de comunicación propiedad de Prisa con el gobierno regional y el mayor empresario extremeño, Alfonso Gallardo.

En las páginas de Serrano podemos encontrar muchas respuestas a las preguntas que tantos nos hacemos sobre el estado actual de la prensa y el paulatino deterioro del periodismo. Por supuesto les aconsejo su lectura.