Una tragedia siempre nos pone de cara a lo inesperado, la definición del término tragedia contempla lo inesperado, el desenlace fatal:
- “Obra dramática de asunto serio en que intervienen personajes nobles o ilustres y en la que el protagonista se ve conducido, por una pasión o por la fatalidad, a un desenlace funesto; en la Grecia antigua, tenía como objeto un efecto purificador en el espectador.”
Sin embargo, cuando lo trágico se traslada a la vida cotidiana, adquiere un significado mayor por tratarse de personas vigentes, que de manera inesperada, dejan de serlo. Lo que ocurrió a mediados del mes de abril pasado grafican lo que intento describir, nada presagiaba une desenlace como el que se dio en la mañana del 17 de abril y que hasta un mes después sigue teniendo una absurda reverberación, con diferentes versiones que van desde la negación, hasta la sublimación del trágico y único actor del drama en cuestión.
La pregunta residual es entonces: ¿Por qué es que las personas que en vida vivieron al margen de la ley, adquieren repentinamente al morir valores que en vida nunca practicaron o burlaron consistentemente? Sin importar el nivel administrativo o político alcanzado, todos los seres humanos somos juzgados de la misma forma, para la ley no existen categorías de ciudadanos y así como pueden existir atenuantes, según la condición de vida de ciudadanos expuestos a mayor severidad en su experiencia de vida, también existen agravantes para aquellos que alcanzaron mayores prerrogativas. De esta manera y ante la afirmación absoluta en lo que concierne a la aplicación de justicia, que todas las personas son iguales ante la ley, la respuesta a la pregunta anterior se torna más severa.
Todos hemos sido testigos de las declaraciones de los simpatizantes del finado personaje político, que en un acto de libre albedrío decidiera cometer suicidio, pasó de ser una persona sospechosa de actos de corrupción, a ser un hombre que en un acto de dignidad, prefirió desencajarse un tiro antes de ser llevado a prisión preventiva. ¿Esto quiere decir entonces que su acción es comparable a la de los próceres de la independencia, los prohombres que nos dieron ejemplo de valor con sus vidas y que todos los jóvenes del Perú deberían tener como ejemplo de valor y dignidad?
Lo peor del caso es que los medios de prensa den cabida a estas absurdas declaraciones y las comenten en medio de entrevistas, que llegan a millones de personas que son su audiencia, constituida por una heterogeneidad de criterios que rayan más en la mediocridad de opinión, como es sabido. Esta es en realidad la peor de las tragedias, la tragedia de seguir alimentando al pueblo con valores falsos y con hechos deleznables que deberían avergonzarnos antes que constituir titulares de prensa.
Ese es el verdadero significado de tragedia para mí y como dicen, “nunca hay muerto malo”