A riesgo de parecer pesado, porque llevo tiempo ya comentando en distintos artículos directamente o de pasada que la intención del PSOE siempre fue Ciudadanos, no me quedaría tranquilo si no lo dijera una vez mas. Ahora que empieza a vislumbrarse la estrategia, que aportará una explicación clara al tipo de negociación que ha tenido PSOE con Podemos para evitar la coalición.
Pero los medios de difusión, que todo lo maquilla y manipulan, dibujarán, como viene siendo habitual, que el culpable de todo lo que pasa, incluso de todas las negativas del PSOE a cualquier oferta de Podemos, incluso cediendo todo lo que haga falta, es Pablo Iglesias y Podemos. Pero, Pablo Iglesias sobre todo, que ya que estamos, aprovecharemos para destruir más la imagen de alguien con quien, con la dialéctica política es imbatible, pero no dispone del despliegue del capital a nivel de impacto de difusión. Un hombre contra el sistema.
Hoy ya anuncia el PSOE que da por muerta la vía de la coalición con Podemos. No creo que se pueda matar a un muerto, porque nunca estuvo viva. Eso lo hemos tenido claro muchos, no querían pactar con Podemos solo interpretar un teatro.
El “Con Rivera NO” de la noche electoral le puso al PSOE muy difícil buscar su apoyo, aunque lo ha seguido buscando en la sombra, e incluso pidiendo en público en repetidas ocasiones, hasta en la propia investidura, con una abstención. Pero, en honor a sus votantes, el PSOE tuvo que escribir un estúpido guión difícil de creer en el que interpretaban la voluntad de pactar con quien le dio, de forma incondicional, el apoyo en la moción de censura.
Una obra teatral que algunos en Podemos, pecando de cándidos, se llegaron a creer. Y aunque no se terminaban de fiar del todo, y por tanto han cedido para no regalar excusas al PSOE, por si acaso era cierta la voluntad de negociar, han querido aprovechar para poder tener competencias en las que cumplir su programa de izquierda. Competencias sociales.
Cándidos han sido, porque era evidente que el liberalismo solo pacta con el liberalismo. Le vale que sea de izquierda o derecha, pero liberal, jamás con esos rojos piojosos que pretenden destruir el sistema piramidal que se han montado durante años los herederos del fascismo y la banca burguesa.
Así, culmina la obra teatral, y hoy el PSOE dice que da por acabada la posibilidad de pactar con Podemos, y contempla explorar otras vías para evitar elecciones, en las que mira a PP y, sobre todo, a Ciudadanos.
Ahora toca que Albert deje de interpretar el papel de niñato chulito y faltón, y vuelva como el niño querido al que todo el IBEX35 le pagaron los estudios.
En pocos días, veremos cómo Ciudadanos abandona la vía extremista, chulesca y faltona, y empieza a sentar cabeza, madurando y haciendo que esos jóvenes que parecía que tenían toda la vida por delante, provocando peleas y polémicas, Alberto e Inés, se convierten en sensatos adultos con la democracia por bandera.
Suficientemente adultos y maduros como para sentarse a hablar con un Pedro Sánchez trasnochado y poblado de canas. Un viejo cansado de los rojos que aspira un liberalismo tranquilo.
Antes de septiembre, la sociedad española habrá olvidado que una vez los naranjas eran buscabocas, y creerá que realmente un PSOE quiso negociar con unos morados intransigentes.
“Jamás votaré al PSOE” dije una vez, y cada día me recuerdan que prometí lo que debía prometer.
Así pasamos del “con Rivera no”, al “con Iglesias no” y de las políticas sociales, a la precariedad tan arraigada en este país como los colores rojigualdas. Todo está bien bajo el sol.
Y estará bien visto, será aceptable, un pacto PSOE-Ciudadanos para un gobierno estable, y así nos evitaremos el coñazo de votar, porque, sinceramente, invertir unos 5 minutos en caminar unos cuantos metros para poner un papel en la urna y decidir así algo tan importante como el futuro del país, es un coñazo que el pueblo no se puede permitir tantas veces. Todo sea por no volver a votar, que es lo mas importante que necesita este país.
PD: Espero que se note la ironía donde está, y no se confunda con lo que pretende criticar.