Después de tanto tiempo es que regreso a realizar un artículo sobre un avance de una película. ¡Ya era hora!
Mis intenciones eran escribir un análisis sobre el tráiler de “Ant-Man”, pero es tan minúsculo, luego tamaño humano, para terminar en reducido con su tiempo de duración; que mejor me espero a algo con más contenido y no tan insultante.
Y lo primero que encuentro es a Samuel L. Jackson perdiendo su tiempo en una película con tan pésimo tráiler, que lo confundo con alguna producción familiar de Disney, y no una película con altas dosis de acción.
El avance comienza con una narración solemne de lo que parece un ritual para pasar de la adolescencia a la adultez. Hasta ahí todo bien. El joven actor Onni Tommilam hasta eso se ve creíble, la locación finlandesa es novedosa, la trama no tanto, pero que le vamos hacer. El que no cuadra es Jackson gritándole al niño, me cae esa escena con el vaso de cartón como teléfono parece de una comedia. Ya solo esperaba que dijera algunas de sus frases patentadas.
Está tan mal editado el tráiler que en vez de mostrar las fortalezas de lo que nos tiene que ofrecer, hacen todo lo contrario al punto de ridículo. Tienes al villano con barba y abrigo de piel amenazando grandeza, tienes el compendio de explosiones ¿atómicas?, luego el colmo el niño brincando al vacío tras un helicóptero. ¿Cómo se les ocurre mostrar eso sin cinco segundo que justifique tal escena? No cuadra, no me emociona.
Pero no le preste atención porque el tráiler es pésimo, si no porque la película ya tuvo su estreno en el festival de cine de Toronto, y resulta que tuvo críticas positivas. Así es, parece que vale la pena. Como dicen por allí: da miedo.
Así que ya saben donde ir por sus dosis de acción increíble con Nick Fury y sus amigos.