En el verano de 1956, Marilyn Monroe viajó a Inglaterra para rodar El Príncipe y la Corista. Recién casada con el dramaturgo Arthur Miller y, aconsejada por el legendario acting coach Lee Strasberg, Marilyn decidió alejarse de la presión de Hollywood para vivir otro ambiente y poder trabajar a las órdenes de un genio de la interpretación: Laurence Olivier.
Con esta película, Marilyn inició la última etapa de su carrera artística. A partir de ese momento redujo sus apariciones en la gran pantalla en un intento fallido de cambiar su registro interpretativo. Entre 1957 y 1962 sólo estrenó cuatro películas que, dicho sea de paso, contienen sus mejores interpretaciones.
Durante ese verano de rodaje en que la inestabilidad emocional de Marilyn llegó a desesperar a Olivier, la estrella y futuro mito de Hollywood vivió una serie de situaciones que fueron documentadas en dos diarios personales del ayudante de dirección Colin Clark.
Tras la marcha de Arthur Miller de Inglaterra por motivos profesionales, Clark vivió una semana de intensa convivencia con Marilyn. El guionista Adrian Hodges ha convertido ese material en guión y así es como nos llega My Week with Marilyn, una interesante película dirigida por el debutante Simon Curtis.
Michelle Williams asume el reto de interpretar a Marilyn Monroe tras imponerse a las otras candidatas del casting (Scarlett Johansson, Kate Hudson, y Amy Adams). Kenneth Branagh tiene la oportunidad de dar vida a su admirado Laurence Olivier mientras que en Dougray Scott recae el rol de Arthur Miller. También participan en el film Judi Dench, Derek Jacobi, Dominic Cooper, Julia Ormond (en el papel de Vivien Leigh, esposa de Olivier), Emma Watson, y Eddie Redmayne, que interpreta a Colin Clark.
BBC Films y los hermanos Weinstein comparten la producción de una cinta que supone una aportación más al subgénero del "cine dentro del cine".