Guillaume Ivernel y Arthur Qwak dirigen esta producción europea de animación. Basada en una popular serie de televisión.
SINOPSIS
Zoe es una niña pequeña que cree en cuentos de hadas. Para ayudar a su tío, Lord Arnold, a deshacerse de un terrible dragón, la pequeña decide que tiene que buscar algunos héroes como los que aparecen en los libros que lee. En cambio, conoce a Gwizdo y a Lian-Chu, dos cazadores de dragones que no tienen más ambición en la vida que comprarse una pequeña granja y retirarse...
La pequeña cree que aquéllos son los héroes con los que sueña, y el astutillo Gwizdo, espoleado por el oro de Lord Arnold, no piensa, por supuesto, decirle la verdad.
Zoe está dispuesta a vivir la aventura de sus héroes. A partir de este punto, no hay vuelta atrás. Y, para desesperación de Gwizdo, el grupo inicia un proceloso viaje al fin del mundo, donde, aún dormido - aunque no por mucho tiempo - se encuentra el más espantoso dragón que jamás haya hollado la faz de la tierra: el malvado Zampamundos.
Para Zoe, es un sueño que se hace realidad. Para Gwizdo, se trata de una pesadilla que sólo puede terminar en un desastre. Empero, ni la pequeña ni Gwizdo tienen la menor idea de que Lian-Chu y el zampamundos ya se conocen desde hace tiempo. Y tienen cuentas pendientes de saldar...
LOS PERSONAJES
- Gwizdo
Gwizdo es el director ejecutivo de una pequeña sociedad mercantil que componen él y ... Lian-Chu. Su mayor deseo consiste en no tener que enfrentarse jamás cara a cara con uno de esos dragones, si bien esto no le impide verse continuamente inmerso en el epicentro del peligro. Para Gwizdo, la caza de ladrones tiene muy poco que ver con los cuentos de hadas. Para él, lo caballeresco, el coraje y la generosidad no tienen nada que ver con el trabajo de campo. La caza de dragones es un negocio... A ser posible, un negocio rentable, mientras uno conserva la vida.
- Lian-Chu
Lian-Chu es un hombre como un armario. Aunque tiene un abdomen reducido, sus brazos como troncos de árbol le confieren una fuerza casi sobrehumana. Es él quien da muerte a los dragones. Bajo su aspecto inquietante de luchador de sumo subyace el espíritu de un niño sensible y observador. Lian-Chu ha conservado la inocencia y la espontaneidad de un niño y tiene una personalidad introvertida. Bajo su aspecto primitivo se puede percibir un misterio insondable. En acusado contraste con Gwizdo, Lian-Chu habla poco, pero lo que dice suele ser cierto.
- Zoe
Zoe se ha criado en el laberinto de estancias y pasillos del castillo de su tío, Lord Arnold. Zoe ha pasado toda su infancia observando el paso de los caballeros enfundados en sus armaduras y los valerosos guerreros. Está totalmente loca por el Caballero Plateado Gothik. De hecho, Zoe guarda en su biblioteca las obras completas de las aventuras del caballero, que se ha aprendido de memoria.
Zoe ve héroes por doquier y se inventa las historias más descabelladas e increíbles. Aunque sólo sea una niña pequeña, Zoe es real, realmente fuerte... Ciertamente, no caben dudas al respecto: en su interior duermen el corazón y el alma de un cazador de dragones. )Estará destinada la pequeña a convertirse, en su día, en la primera cazadora de dragones?
- Héctor
Héctor es como una mascota. Su lenguaje es una mezcla de gruñidos y farfullos, con un vocabulario difícil de distinguir. Sigue la pista de las trufas con el mismo nervio que las huellas de los astutos dragones. Pero también deja escapar ventosidades en la mesa de comer, incordia a las niñas, dice tacos, detesta el jabón (por lo que no huele demasiado bien) ... por así decirlo. Héctor no es la clase de criatura que a uno le gustaría invitar a casa para conocer a la abuela. Pero su concurso es indispensable cuando se trata de cazar dragones. Por cierto, debes saber que algunas lenguas viperinas han difundido la especie de que Héctor es un dragón. De modo que simula ser un perro: ladra, se rasca las orejas con las garras de las patas traseras y gruñe si intentas quitarle su hueso.
- Lord Arnold
Corcovado de espaldas y de un andar renqueante que lo mantiene reducido a su silla de ruedas, con unos ojos de mirada lechosa, Lord Arnold tiene el aspecto de un hombre muy, muy viejo, que se mantiene unido a la vida por un hilo delgado gracias al milagro que obran las pociones mágicas que Gildas le administra. Sin embargo, hace poco tiempo, Arnold era un hombre ciclópeo y animado de un coraje que le permitió nada menos que sobrevivir a su enfrentamiento con el Zampamundos. Empero, desde aquél encuentro, Arnold se ha visto aquejado de una enfermedad que le ha vuelto los ojos del revés. Padece de estertores y ataques de furia que exterioriza mientras espera la improbable llegada de unos cazadores de dragones capaces de aniquilar al más terrífico de los ladrones supervivientes. Cuando llegan Lian-Chu y Gwizdo, Arnold tiene la impresión de que quizás, sólo quizás, el mundo se encuentra al borde de la salvación. Quizás...
- Gildas
De tez grisácea y cejas arqueadas, con un cuerpo delgado y huesudo enfundado en una casaca, Gildas carece por completo de sentido del humor, es pesimista por naturaleza y recela de todo y de todos los que se le acercan. Sin embargo, debajo de su gélida apariencia hay un corazón que todavía late con mucha fuerza. Gildas es como uno de esos jarabes medicinales que saben a rayos.
No te gusta recurrir a él, pero puede serte beneficioso. A lo largo de los largos años que Gildas ha tenido su morada cerca de la de Lord Arnold, ambos hombres han anudado una relación simbiótica, hasta hacerse inseparables frente a las dificultades y la tragedia, a pesar de poseer ambos unas personalidades tan dispares.