Después de unas cortísimas vacaciones, ya estamos aquí de nuevo delante del ordenador.
Hoy quería tratar un tema que ha suscitado una gran polémica: la prohibición de las corridas de toros en Catalunya.
Antes de nada, decir, que posteo desde el desconocimiento. Me explico, como cualquier recién llegado a un sitio estoy todavía lejos de conocer la cultura, inercia, costumbres, etc. que imperan en esta sociedad y la hacen ser como es.
Hay muchos aspectos que seguro que se me escaparán y que tendré una visión sesgada, pero es la mía y de eso se trata ¿no?.
En primer lugar, creo que todos estamos de acuerdo que prohibir una espectáculo tan castizo en Cataluña no es lo mismo que hacerlo en cualquier otro lugar y que debajo de esta prohibición subyacen intereses de partidos políticos.
Saliendo de la temática de las crisis de identidad que me aburren soberanamente (no se puede anteponer NADA a las personas, porque ahora resulta que una patria se merece más sacrificios que los propios ciudadanos), lo cierto es que han prohibido los toros por ser un espectáculo dónde se tortura a un animal. Pues bueno, el problema viene cuando el toro se ha convertido en un enseña nacional por obra y arte de Osborne y muchos quieren ver en esta prohibición, un pugilismo legislativo entre la España torera que veta el estatut y la Cataluña que aspira a quitarle a la piel de toro ese atributo precisamente.
Otros dicen que, que el tiempo de los matadores se esté acabando en Cataluña, obedece al hecho que esta sociedad es más avanzada culturamente y pionera en muchos aspecto y claro, este no podía ser menos señores. La sociedad avanzada, de ningún modo se demuestra prohibiendo, prohibir, es la nota distintiva de las sociedades más rancias, oscuras y retrogradas de todas, la sociedad avanzada, tiene que ser demostrada por sus gentes, por un cambio en su manera de pensar y no a golpe de restringir libertades.
RESULTADOS DE LAS VOTACIONES EN EL PARLAMENT
Nunca he asistido a una corrida de toros, ni tengo intención, sin embargo, todos los catalanes tendrán que pagar por esta ocurrencia y financiar un negocio minoritario y condenado al ostracismo, al menos, en esta región
La única plaza activa, la Monumental de Barcelona, tuvo hace 2 años 16 festejos, muy lejos de los más de 300 que tuvieron lugar por ejemplo en Madrid. La decadencia se hace aún más patente si vemos que en 2005 hubo 49 corridas en Cataluña.
Os podía dar el coñazo con temas legales (si lo quereis ver con más detalle, basta con revisar las noticias que os dejo enlazadas), pero basta con que sepáis, que se estima que la prohibición, costará 57 euros a cada catalán, por el tema de lucros cesantes y demás, porque está claro que tú no puedes prohibir una actividad, sin indemnizar y la licencia concedida para usar la monumental como plaza de toros, caduca dentro de 99 años nada menos.
Resultado: unos empresarios con un negocio de capa caída, se encuentran de bruces con un cheque al portador en sus manos, sin tener que mover un dedo para ello. Es cómo si al gobierno se le ocurriese prohibir las diligencias una vez que se había inventado ya la máquina de vapor, en el sentido de que ya no tenían futuro de por si.
¿Porqué razón debemos todos los ciudadanos pagar que cese la diversión de unos pocos? ¿porqué esta factura tan costosa, para diferenciar Cataluña de España, en un sentido en que ya lo era? ¿Es acaso que los políticos se han convertidos en adalides de la defensa de los animales? Sinceramente, me cuesta creerlo.
Sólo están buscando sacar réditos políticos (de dudoso valor en mi opinión) y quedar como salvadores de la patria, en detrimento del ciudadano de a pie..una vez más y van ya no se cuántas.
Mi conclusión: “prohibido prohibir”, por eso yo no digo sí a los toros, digo no a la prohibición.