Esta era una de mis piezas favoritas de madelman, y venía en el equipo básico del trampero. Tenía un mecanismo muy sencillo que la hacía funcionar. Presionando el resorte donde estaba el cebo, disparaba el cepo que, inexorablemente, atrapaba al pobre zorro -que también venía en la caja-. Eran tiempos duros para estos hombres de la frontera, que comerciaban con las pieles de los animales que cazaban. Ya sólo había que elegir un nombre para el protagonista; mi muñeco era Davy Crockett, el héroe de El Álamo. Con el tiempo perdí el accesorio y ahora lo he recuperado. ¿Cómo? Me lo he fabricado, y funciona. Ha costado, pero me lo he pasado en grande y, creo, no ha quedado mal.Aquí están las fotos.