La preocupación general por el calentamiento global había ido apagándose desde 2009 tras descubrirse que la universidad británica de East Anglia, templo de los calentólogos, había falsificado sus cálculos climáticos para seguir recibiendo crecientes subvencione: al engaño se le llamó el "Climagate".
Aun así, gran parte de la opinión pública no ha recibido aún la noticia de que la tierra no está calentándose: hay nuevos estudios indicando que la temperatura del planeta se mantiene constante desde hace 16 años, un período similar al del último calentamiento, de 1980 a 1996.
Es cierto que hubo un incremento de la temperatura de 0,75 grados desde 1880 hasta el parón de 1996-97, dicen los investigadores.
Pero se debió no a la industrialización, sino a un cambio de velocidad en el giro del planeta y a las erupciones volcánicas, según acaba de explicarle a la prensa británica la investigadora Judith Curry, que dirige el departamento de ciencias del clima en la muy prestigiosa Georgia Tech University, en EEUU.
El parón en el calentamiento desconcierta ahora al calentólogo Phil Jones, director de la Unidad de Investigación Climática de la Universidad del “Climagate”, quien señaló que 15 ó 16 años es un periodo demasiado corto para extraer conclusiones.
Será, pero muchas de las proyecciones sobre el terrible futuro que le espera al planeta elaborados por su universidad y por el IPCC, el panel climático con pocos científicos y muchos políticos de la ONU, se basan en períodos igualmente cortos.
Hay otra noticia revolucionaria que ocultan los calentólogos y sus medios informativos afines: la superficie helada de la Antárdida, aparte de incrementar su profundidad, aparecía el pasado septiembre con 800.000 kilómetros cuadrados nuevos sobre los que había en 1997, algo más que una España y media de crecimiento.
-------
SALAS
Vuelvo a utilizar mi admirada tira para casos como el de la huelga general de este miércoles, 14