Revista Diario
Tranquila y tropical, sí, justamente así quisiera sentirme en este momento en que el invierno me ha llevado a la primera gripa de la época. Más que el invierno en sí, fue la exposición a una serie de abrazos (desafortunados) que di durante el fin de semana en la que alguien, seguro, me contagió. En comparación al invierno pasado, he tenido suerte. Ahora sólo me he enfermado una vez y la anterior fueron 3 veces seguidas (lo cual, por cierto, me impidió viajar cuando lo tenía programado, porque el dolor corporal era enorme).
Así que hoy, acompañada de una cantaleta de té caliente y una caja de Kleenex, desearía encontrarme así de sonriente, como en Bardolino, Italia, esa tarde de verano del 2012 donde una característica Vespa serviría como transporte. Quizás es cuando uno peor se siente que valora más esas risas simples y espontáneas, ¿no creen?
Cuídense de los resfriados. ¡Buen martes!