Transcendence (2014) . por matías olmedo

Transcendence marca el debut de Wally Pfister como director, mejor conocido como el encargado de la fotografía de las películas de Christopher Nolan. También es el debut de Jack Paglen como guionista, eligiendo una parábola de ciencia ficción como su primer guión de largometraje. El resultado final de estos dos novatos es una película llena de fallas. Aunque al final, el director sale mejor parado que el guionista.
Sinopsis: Will Casters es un científico con una enfermedad terminal que ha dedicado su vida a investigar sobre la inteligencia artificial. Cuando logra crear un sistema que combina toda la información existente con las emociones humanas, se convierte en el objetivo de extremistas anti-tecnología. Luego de un ataque, Will pone a prueba su desarrollo y descarga su mente en una máquina, lo que le otorga un poder nunca antes conocido con el que nadie se había enfrentado.
Trascendence cumple en la fotografía y escenografía, como era de esperar de alguien con tanta experiencia como Wally Pfister. En algunas escenas se siente como que estamos viendo una película de Nolan, pero lamentablemente todo es un engaño.
En la narrativa, Transcendence es un completo desastre, y peor aun.. es aburrida. Las cosas comienzan con una promesa, pero una vez en el segundo acto la película pierde todo interés por lo mal que se lleva a cabo el desarrollo de los personajes, giros, entre cosas. Muchos clichés de ciencia ficción reciclados como por ejemplo: puede tener alma una maquina?; y cuando la película trata de hacer algo medianamente original nos encontramos con ideas que la película no es capaz de justificar o vender adecuadamente en el contexto de la narrativa.
La historia parece perder su humanidad en perfecta coordinación con el momento que Will pierde la suya conviertiendose en maquina. Aunque la dirección es competente y técnicamente sólida, no es una experiencia emocionante; Las cosas suceden, los personajes van y vienen, y el significado de la historia parece muy vago para ser que son 2 horas de largometraje.
Por otra parte esta el elenco, que es probablemente el mayor punto de venta de entradas, aparte de la referencia "Ópera prima de Wally Pfister, conocido director de fotografía de títulos como El caballero oscuro y Origen (Inception)". Johnny Depp en la película esta como vencido, sin ganas, es sumamente excéntrico y payaso en otras películas o es alguien con cara de infeliz como en Transcendence. Rebecca Hall es la que tiene la tarea de llevar la emoción y el drama de la historia, y ella se las arregla para crear un espectáculo que se basa en un exagerado circo de ciencia ficción.
En los secundarios encontramos a Morgan Freeman, Paul Bettany, Cillian Murphy, Josh Stewart, entre otras caras conocidas. Todos estos personajes no son tridimensionales y estan como a medio formar, nunca parecen desarrollarse y no son muy consecuentes en el esquema de la narración. En lugar de crear con ellos situaciones derivadas de la historia principal se centraron en la relación de Will y Evelyn (y todas sus implicaciones sobre el amor, fe, confianza y pérdida). El guión de Paglen nos da un poco de todo, pero un poco de nada.
Como conclusión, ni la dirección competente, ni un elenco estelar, ni algunos conceptos de ciencia ficción interesantes acerca de la inteligencia artificial salvan a esta película de su fracaso. Si te gusta la ciencia ficción lenta en vez de emocionante, centrada en la filosofía y la teoría en lugar de la emoción o de la humanidad, entonces tal vez te entretenga un poco. Para aquellos que buscan una película que haga pensar mucho y vuele la mente, no se las recomiendo.
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