Brocha en mano, me he presentado esta mañana en la casita de niños de mi peque para transformar (con ayuda de los niños) una de sus paredes en una pizarra. ¿Cómo? Pues he encontrado una pintura-pizarra especial para ello de la marca Bruguer (Pizarras Acrylic). Mola por que no huele nada y, aunque las paredes de la casita tienen un gotelé de los 80, la pintura se ha adherido muy bien, y sólo hemos tenido que esperar una media hora para que se secara (si la superficie es muy grande hay que dejarlo horas). Después de la experiencia, creo que es mejor en paredes lisas, es ideal para transformar una mesa, o hacer una forma divertida en un armario… Me ha sobrado bastante , así que ya os enseñaré lo que voy a hacer con ella. Los niños (no tengo muchas fotos por los derehos de imagen) se lo han pasado en grande dibujando la nube (lo hemos hecho a ras del suelo para que llegaran y no ha quedado muy profesional, pero la idea es que disfrutaran) y han flipado al ver que luego se podía pintar sobre ella… (Yo me imaginaba que quedaría textura de pizarra, pero en realiad se queda una superficie como plastificada, que se borra genial con un trapito húmedo) ¡Un regalo chulo para estas navidades que puedes usar con tus hijos y, además, le das un toque personal y divertido a alguna pared (para cubrir algún manchurrón en la habitación… jejjeej)!
Así nos ha quedado:
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