En la transformación digital, como en todo cambio importante, juega un papel relevante el liderazgo. Un liderazgo que debe inspirar y movilizar, convencer y motivar.
En esa labor, el líder debe apelar tanto a los aspectos racionales como a los irracionales, debe tocar tanto la mente como el corazón. Así, al menos, lo afirman Anand Swaminathan y Jürgen Meffert en su libro 'Digital @ Scale' cuando nos dicen:
It is crucial to capture the heart and mind: the mind through convincing business logic, new best practice examples, tools, and methods; the heart through sucess stories, tales of heroism, and even personal experience.
No puedo estar más de acuerdo en esa necesidad de la dualidad racional / emocional, dualidad que en mi práctica profesional, en más de na presentación, he destacado, y volveré a destacar, aunque usando, eso sí, diferentes palabras.
La única reserva que me queda es que, al responsabilizar al líder de promover esa dualidad, corremos el riesgo de pensar que se trata simplemente de un juego de motivación, casi un truco del líder para excitar los pensamientos y sentimientos adecuados.
Y no es así.
Al menos en mi visión no es así.
El componente racional debe impregnar todo el proceso de análisis, decisión y ejecución de la transformación. Y lo emocional, la motivación y la pasión, deben ser intrínsecas e informar sinceramente los corazones e intenciones de los equipos.
Sin trampa ni cartón. Sin artificios ni imposturas.
No se trata de trucos. Se trata de una necesidad profunda. Una necesidad que es al tiempo racional y emocional.