- Marina Muñoz Cervera -
El Majadito es un plato típico de la cultura de boliviana, sobre todo de los Departamentos de El Beni y Santa Cruz.
Vamos a conocer la receta típica del “Majao cruceño”:
Ingredientes:
- 1 libra de lonjas de charque (carne seca).
– 4 huevos.
– 1/4 de chorizos para freír.
– 1 1/2 tazas de arroz.
– 3 plátanos.
– 1 libra de yuca.
– 1 cebolla.
– 1/2 tomate.
– 1 pedazo de pimiento morrón.
– 1 cucharada y media de “palillo” (cúrcuma)
– 1 diente de ajo.
– Sal al gusto.
– Aceite.
Elaboración:
- Remojar el charque el agua tibia durante quince minutos, para quitarle la sal, luego machucar cada lonja, hasta que pueda ser desmenuzada con los dedos y tostar en un poco de aceite. Retirar cuando estén crocantes y reservar.
- Lavar el arroz y en una sartén grande sin aceite, removiendo constantemente hasta que se seque el arroz. Añadir un diente de ajo finamente picado y seguir removiendo hasta que se dore.
- Añadir la cabeza de cebolla, el tomate y el pimiento morrón finamente picados, agregar el palillo (cúrcuma) y el charque removiendo por unos minutos más.
- Llevar el arroz con los demás ingredientes a una olla, verter tres tazas de agua caliente, añadir un poco de sal y llevar a fuego fuerte; cuando el agua se vaya consumiendo, disminuir a fuego lento y agregar, a pocos, agua fría, hasta terminar su cocimiento.
- Cocer la yuca en agua caliente con sal.
- Aparte, freír en bastante aceite caliente los plátanos cortados en trozos largos y delgados, los chorizos cortados en rodajas y mezclar al final con el arroz.
- Servir el majao adornando alrededor con los plátanos, en una fuente colocar las yucas y decorar con un huevo recién frito.
Este plato se suele hacer también con pato.
¿Cómo lo transformamos?
Esta receta es un “peso pesado” quiero decir con ello que redunda en ingredientes. Por un lado, el huevo, la carne y el chorizo son fuentes de proteínas y de grasas saturadas. Por otro el arroz, la yuca y el plátano son fuente de almidones. Y tiene muy pocas hortalizas.
Para que comprobéis porqué es necesaria la transformación de este plato, podéis hacer una prueba: cuando aún no esté terminado de cocer y quedando caldo en la olla, apartamos un cucharón y lo guardamos en el frigorífico, comprobaremos al día siguiente que tanto las paredes del recipiente como el caldo contienen trozos de color amarillo pegajoso. Eso es grasa saturada, y casi de la misma forma que se pega en el recipiente, se adhiere a nuestras arterias dificultando la circulación de la sangre y si se come de forma diaria, se deposita en nuestros órganos internos, además de crear depósitos de grasa que deforman nuestro cuerpo.
Vamos a cambiarlo en 8 pasos sin modificar su tipismo cultural.
1.- El charque es carne seca, pero no por ello libre de grasa que resiste perfectamente la desecación aunque se enrancia un poco por eso se vuelve amarilla. Antes de remojar el charque, lo limpiaremos muy bien de los trozos amarillentos de grasa que podamos ver (se diferencian perfectamente porque se deshace entre los dedos y es pegajosa). Si se hace con pato, hay que quitarle toda la grasa y el cuero o piel de los trozos del ave.
2.- Tostar el charque en un poco de aceite limpio y nuevo.
3.- Lamentablemente el chorizo es una gran fuente de grasas saturadas y no es recomendable. Aquellas personas con problemas de obesidad, cardiovasculares, hipertensión, etc. deberían abstenerse de comerlo. Por tanto, lo suprimimos, porque tampoco es recomendable para personas sanas si queremos seguir estándolo.
4.- Podemos preparar el plátano “a la plancha” con un poco de aceite igualmente nuevo.
5.- Podemos aumentar la cantidad de hortalizas hasta 1 o dos tomates enteros, una cebolla y un pimiento morrón, mejorarán el sabor y la calidad nutricional del plato.
6.- Como el majao lleva arroz, aunque sea lavado, como ingrediente fundamental, y plátano, es demasiado añadirle yuca. Si comemos yuca, hay que comer menos arroz o al contrario. Un plato lleno de arroz con varios trozos de yuca nos aporta una cantidad muy alta de almidones. Pero no la vamos a quitar.
7.- En cuanto al huevo, si se desgrasa muy bien la carne, podemos comer un poco, pero tenemos que recordar que la yema del huevo contiene colesterol y si se lo sumamos al que ya tiene la carne aumentamos en mucho nuestro riesgo coronario y al posibilidad de engordar. En cualquier caso, podemos conservar el huevo, pero lo cocinaremos ” a la plancha” con un poco de aceite nuevo, para ello dejamos que plancha se caliente sin humear, se añade el huevo y una vez que esté hecho por un lado (la clara transparente se ha vuelto blanca) le damos la vuelta para que se cocine un poco la yema y totalmente la clara.
El resto de receta se hace igual que la original con cúrcuma como colorante y saborizante.
8.- Una vez servido de la forma tradicional, podemos colocar bien nuestra ración: el huevo sobre el plato para que ocupe un lugar, un trozo de yuca al lado, un trozo de plátano al lado y el resto de arroz. Si nos los comemos todo estando los ingredientes unos encima de otros, perdemos la noción de la “medida”.
De esta manera hemos limpiado en lo posible el Majadito de grasas saturadas y hemos eliminado solamente el chorizo, dejando la yuca, el plátano y el huevo.
Y os recuerdo que una “ración” es aquella cantidad que podemos comer sin quedarnos pesados, hinchados o con molestias gástricas después de comer.
Fuente:
“Majao cruceño”. Comida de Bolivia 1. Ediciones Progreso. La Paz.
Imagen:
http://www.eldiario.net/noticias/2012/2012_12/nt121222/cultural.php?n=63&-la-gastronomia-boliviana-debe-revalorizarse-incluyendo-iniciativas-de