Posiblemente nos encontremos con la mejor película de toda la saga además de que es la más madura. He de reconocer que cuando me senté a verla tenía miedo de encontrarme algo parecido a lo visto en la tercera parte, una entrega que tengo muy olvidada, sin embargo conforme avanzaba la película pude ver como estaba ante una historia que distaba mucho de la saga protagonizada por Shia LaBeauf.
Transformers: La Era de la Extinción nos cuenta como cuatro años después de los incidentes de Chicago que tuvieron lugar en la tercera parte tanto Decepticoms como Autobots son ahora perseguidos por los humanos, quienes llevan a cabo una caza de brujas sin mirar quien fue aliado y quien fue villano. Toda esta persecución responde al ansia de la raza humana que quiere construir sus propios transformers para lo que necesitan el metal de estos titánicos cyborgs. En medio de toda esta lucha se encuentra Cade Yeager, un inventor de Texas cuya situación económica no podría ir peor, Yeager busca chatarra para poder arreglarla y así poder ir pagando las facturas hasta que un día se encuentra con un extraño robot que resulta ser Optimus Prime, el carismático líder de los Autobots, desde ese momento la vida de Yeager y su familia cambiará para siempre.
Tal y como he dicho más arriba para mi gusto se trata de la entrega más madura, ya no sólo porque está Mark Wahlberg protagonizándola en lugar de Shia LaBeauf, sino también por la historia que cuenta, nos encontramos cuatro años después de una batalla que dejo patas arriba a Chicago y en la que murieron muchas personas, los humanos estamos dolidos y no recordamos que los Autobots vinieron a ayudarnos. El titulo podría llevar a confusión, La Era de la Extinción, ¿quién se extingue? ¿ellos? ¿nosotros? hay que ver la película para descubrirlo.
A nivel visual los amantes de los efectos especiales, entre los cuales me encuentro, se verán a si mismos como niños con los ojos como platos por toda la grandilocuencia de las escenas, vemos a un Optimos y un Bumblebee más modernos y estilizados y ahora tienen nuevos acompañantes. Las transformaciones siguen siendo fantásticas, ver como se van colocando los engranajes me sigue dejando fascinado y esto es algo que no pasa con los transformers construidos por los humanos cuyas transformaciones no tienen ninguna gracia y pasan desapercibidas.
Para destacar aún más si cabe la gran labor que se ha hecho con los efectos hay que hablar de la gran batalla final, en las cuatro entregas es el momento del climax y en esta no iba a ser menos, una batalla con tintes épicos en la que aparecerán dinosaurios robóticos.
Acompañando las escenas épicas no podía faltar una gran banda sonora compuesta por Steve Jablonsky, compositor de las anteriores entregas, y que en este caso vuelve a deleitarnos el oído mientras vemos la película, os recomiendo que escuchéis la banda sonora porque no tiene desperdicio.
Por último no podía dejar de nombrar a los actores que nos encontramos en la película, empezando por Mark Wahlberg que me le creo más que a LaBeauf y al que las películas de acción le quedan mejor, tengo que reconocer que Wahlberg es el típico actor que me cae bien y que encuentro sus películas muy entretenidas, en esta ocasión hace un buen trabajo, es algo a lo que nos tiene acostumbrados. También podemos ver a Stanley Tucci, ese gran secundario que se come a todos los principales, su papel es un tanto ridículo, si bien hay una parte en la que tiene un tinte más oscuro pero predomina la comedia, no llega a ser el John Turturro de las anteriores pero casi. Podemos ver también a Kelsey Grammer, al que también veremos en Los Mercenarios 3, este personaje es el típico miembro del gobierno sin ningún tipo de moral un personaje muy socorrido y al que se le coge odio rápidamente. Por último pero no por ello menos importante hay que hablar de la chica de la película, en las cuatro partes siempre hay una, en las dos primeras Megan Fox, guapa y luchadora, en la tercera tuvimos a Rosie Huntington-Whiteley, que sólo era guapa y su papel era más bien ser un florero; por último en ésta tenemos a Nicola Peltz, guapa, lista en ocasiones tiende a 'scream-queen' aunque no tanto como Huntington, eso sí es menos luchadora que la señorita Fox a la que veremos en Las Tortugas Ninja.
Lo único que le puedo reprochar a Michael Bay es que siga con la manía de mover tanto la cámara que lo único que hace es dificultar que el espectador disfrute. Esa sería mi única pega. Estamos ante un producto de entretenimiento puro y duro y cumple con su cometido.
Claro que esto es sólo mi opinión.